Este 20 de agosto se conmemora el Día Mundial de las Papas Fritas, también conocidas como papas a la francesa, uno de los platillos más populares dentro de la gastronomía internacional por su delicioso sabor y textura crujiente.
Origen de las papas fritas
El origen de este platillo consumido en en varios países, es un misterio, ya que cada región ha hecho su propia versión debido a la versatilidad de su preparación; aunque de acuerdo con una investigación realizada por la BBC, las papas fritas nacieron en la Bélgica francófona.
Esta es una comunidad francesa que se ubicaba en el poblado de Namur, en Wallonia, y se especializaba en pescado frito, ya que vivían cerca del río Mosa, que de acuerdo con la historia, se congeló durante el frío invierno de 1680 impidiendo a los lugareños obtener los peces para su consumo diario, lo que los obligó a freír papas.
En ese mismo lugar, durante la Primera Guerra Mundial se encontraban soldados estadounidenses quienes según la tradición, apodaron a las papas fritas como “papas a la francesa”, el popular apodo que todos conocemos actualmente para nombrar a este delicioso snak.
Las papas fritas como patrimonio cultural
En 2014, de acuerdo con información de Reuters, Bélgica solicitó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declarara como patrimonio cultural las patatas fritas, pues aseguran que son el país de origen de este amado platillo que es parte de sus tradiciones culinarias.
Incluso, Bélgica tiene su propio recinto dedicado a las papitas fritas, el museo didáctico “Frietmuseum” ubicado en el poblado de Brujas, el único en su estilo, aquí mencionan “estar orgullosos de que las patatas fritas sean un producto nacido en su país”, así como el chocolate belga.
No cabe duda que la mayoría de las personas en todo el mundo aman las papas fritas en sus diferentes presentaciones, en tiras, en espiral, con forma de carita feliz y acompañadas de catsup, queso o el condimento de tu preferencia.
