MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente francés, Emmanuel Macron, inicia este jueves una visita de tres días a Argelia con la que busca en primer lugar dejar atrás los desencuentros de los últimos tiempos y forjar una nueva relación con la mirada puesta en el futuro, en un momento en que estar en buenos términos con el país magrebí parece clave en Europa dado su potencial energético.
La visita será la segunda, tras la realizada en diciembre de 2017 pocos meses después de iniciar su primer mandato, y busca "contribuir a profundizar la relación bilateral mirando hacia el futuro en beneficio de la población de los dos países, reforzar la cooperación franco-argelina frente a los desafíos regionales y proseguir el trabajo de apaciguamiento de la memoria", explicó el Elíseo tras la conversación mantenida entre Macron y el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, el pasado sábado.
El desplazamiento del presidente francés se produce en un momento especialmente relevante, en los primeros meses de su segundo mandato y después de que este año se haya celebrado en marzo el 60 aniversario de los Acuerdos de Evian que pusieron fin a más de siete años de guerra contra las fuerzas francesas y de la independencia de Argelia el 5 de julio de 1962.
Asimismo, el contexto provocado por la guerra en Ucrania también ha generado interés en Argelia, como uno de los principales países exportadores de gas del mundo. En este sentido, varios han sido los líderes que han desfilado por Argel en los últimos meses, incluido el primer ministro italiano en funciones, Mario Draghi, que acordó un aumento de las exportaciones de gas para su país.
EL GAS, EN LA AGENDA
Cabe esperar que la energía, dado el interés de los países europeos en garantizar su suministro y reducir su dependencia de Rusia, figure entre los temas a tratar por Macron durante su viaje, en el que le acompaña una vasta delegación de la que forman parte algunos empresarios.
Francia recibe gas argelino a través del gasoducto Medgaz que une el país magrebí con España y se canaliza vía dos gasoductos desde País Vasco y Navarra. El Gobierno galo ha enfriado la reivindicación de España de recuperar el proyecto Midcat, un gasoducto entre los dos países desde Cataluña y que cuenta con el respaldo entre otros de Alemania, que permitiría hacer llegar más gas hacia Europa desde la Península.
En este puzzle energético hay otras piezas clave a tener en cuenta. En primer lugar, la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argelia y Marruecos hace un año y el posterior cierre del gasoducto Magreb-Europa (GME), que canalizaba gas argelino vía suelo marroquí hasta España, en noviembre.
En segundo, la crisis diplomática entre España y Argelia a raíz de la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer el plan de autonomía marroquí para el Sáhara como "la base más sólida" para una solución al conflicto. Argel llamó a consultas a su embajador en marzo y posteriormente suspendió el Tratado de Amistad, además de bloquear las relaciones comerciales.
En medio de este panorama, el medio Maghreb-Intelligence ha apuntado que Macron lleva en su agenda su intención de convencer a Argelia para la celebración de una 'mini-cumbre' con Marruecos, Francia y España para poder solventar todas las cuestiones pendientes, si bien esta información no ha sido confirmada oficialmente y habrá que esperar a ver los resultados de la visita.
RELACIÓN TENSA CON RABAT
Con todo, el objetivo que se habría marcado Macron no se antoja sencillo, toda vez que la relación entre París y Rabat no se encuentra en su mejor momento, pese a que tradicionalmente Francia ha sido el país europeo más alineado con las tesis del reino alauí.
Prueba de ello es el mensaje que lanzó el sábado Mohamed VI y que la prensa marroquí ha interpretado como particularmente dirigido al Gobierno francés. El monarca reivindicó una vez más en un discurso a la nación la marroquinidad del Sáhara, celebrando que son cada vez más numerosos los países que respaldan el plan de autonomía propuesto por Rabat en 2007 para la antigua colonia española.
En este sentido, Mohamed VI puso de relieve que la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca no ha supuesto una marcha atrás en cuanto a la decisión de Donald Trump de reconocer el Sáhara como marroquí y resaltó la "posición clara y responsable" de España tras el giro llevado a cabo por Sánchez en marzo. Asimismo, celebró que una treintena de países ya han abierto consulado en lo que Marruecos define como sus provincias del sur.
Así las cosas, el monarca alauí aprovechó para "transmitir un mensaje claro para todos" y que la prensa local ha interpretado que está especialmente dirigido a Francia que, aunque ve con beneplácito el plan de autonomía no ha ido tan lejos en su posicionamiento como España, algo que parece molestar a Rabat.
"El expediente del Sáhara constituye los lentes con los que Marruecos mira al mundo, y es el criterio claro y sencillo con el que mide la sinceridad de las amistades y la eficacia de las asociaciones", previno el rey marroquí, que por primera vez habló en público de la nueva etapa en la relación bilateral con España tras la grave crisis suscitada por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Por otra parte, la crisis entre España y Argelia aún no ha quedado atrás pese a los mensajes conciliadores que desde el Gobierno español se han esforzado por hacer llegar a Argel, asegurando que quieren tener las mismas buenas relaciones de vecindad que hay con Rabat.
Con todo, y como ya adelantó el Gobierno desde el primer momento, Argelia está cumpliendo con sus contratos de suministro de gas a España que mientras está buscando proveedores alternativos y ya tiene a Estados Unidos como principal abastecedor, un puesto que tradicionalmente ocupaba el país magrebí.
FRANCIA Y ARGELIA QUIEREN PASAR PÁGINA
Al margen de la coyuntura regional y los intereses energéticos, la visita de Macron tiene gran relevancia por lo que se refiere a las relaciones bilaterales entre los dos países. La llegada al Elíseo de Macron auguraba una nueva etapa en la relación, después de que en una visita a Argel siendo aún candidato tachara la colonización de "crimen contra la Humanidad".
Ya como presidente, realizó otros gestos y se mostró partidario de no quedarse anclados en el pasado y mirar hacia el futuro. Sin embargo, octubre de 2021 supuso un punto de inflexión, en primer lugar por la decisión del mandatario de reducir en un 50% los visados concedidos a Argelia ante la falta de cooperación en la repatriación de ilegales.
En segundo lugar, por sus palabras criticando al sistema "político-militar" argelino y poniendo en tela de juicio la existencia de Argelia antes de la colonización. En respuesta, Argel llamó a consultas a su embajador en París, que no volvió hasta tres meses despúes, tras haber expresado Macron su pesar por lo ocurrido.
En los últimos meses, la relación parece haber recuperado la normalidad, por lo que la visita del mandatario galo sería la guinda para coronar esta reconciliación e iniciar una relación con la vista puesta en el futuro. Prueba de ello es que Macron tiene previsto un encuentro con jóvenes emprendedores en Argel y otro con jóvenes en Orán.