El jefe de la policía escolar de Uvalde, Texas, podría convertirse el miércoles en el primer oficial en perder su puesto por la vacilante respuesta de centenares de policías fuertemente armados durante la masacre en la Escuela Primaria Robb en mayo.
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El Distrito Escolar Consolidado Independiente de Uvalde se dispone a tomar su decisión sobre el futuro de Pete Arredondo, exactamente tres meses después del día en que un hombre armado mató a 19 niños y dos maestras en uno de los peores ataques en una escuela en la historia del país
Regreso a clases
En poco menos de dos semanas, comenzará el nuevo año escolar en Uvalde.
Arredondo, que está de licencia administrativa desde junio, fue objeto de escrutinio intenso por sus acciones durante la tragedia del 24 de mayo. La policía estatal y un severo reporte investigativo en julio criticando al jefe policial del distrito escolar de casi cuatro mil estudiantes por no hacerse cargo de la situación, no irrumpir en el aula más pronto y perder tiempo buscando una llave para una puerta que muy probablemente no tenía candado.
Noventa días después de la masacre, la ausencia de despidos exasperaron a muchos residentes de esta localidad en Texas y aumentado las demandas de rendición de cuentas. Las investigaciones y video de cámaras corporales pusieron al desnudo cómo la policía llegó rápidamente a la escena con escudos antibalas y fusiles de alto poder, pero esperó más de una hora antes de confrontar al pistolero en un aula llena de niños de cuarto grado.
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Exigen el despido de Arredondo
Un abogado de Arredondo no respondió a un correo electrónico el martes.
Las autoridades escolares en Uvalde están bajo presiones crecientes de parte de las familias de las víctimas y otros miembros de la comunidad, muchos de los cuales pidieron del despido de Arredondo. El superintendente tratado de despedir a Arredondo en julio, pero aplazó su decisión a pedido del abogado del jefe policial.