MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La onubense, tricampeona del mundo y por primera vez en un Campeonato del Mundo desde su última conquista en 2018, volvió a demostrar una vez más su fortaleza mental en un duelo de exigencia ante una rival de calidad, bronce en Huelva el año pasado y número nueve del ranking mundial, que no acertó a sentenciarla cuando lo tuvo todo a su favor en el tercer y definitivo parcial.
La jugadora andaluza estuvo contra las cuerdas, pero no se rindió y logró una victoria de mucho refuerzo, sobre todo en lo anímico y de cara al futuro más próximo que son los cuartos de final ante la número uno del mundo, la japonesa Akane Yamaguchi, actual campeona del mundo.
Jiao sólo había derrotado a la española en uno de sus siete enfrentamientos, pero salió muy centrada a la pista y dispuesto a aprovechar cualquier debilidad de su rival, a la que todavía le falta encontrar su mejor ritmo competitivo entre las mejores tras superar una segunda grave lesión de rodilla.
La china tomó rápidamente la iniciativa del partido (2-6), pero Marín supo reponerse a esta primera escapada, consiguió equilibrar de nuevo las cosas e incluso llegó a dominar (10-8). Sin embargo, la asiática reaccionó y supo jugar mejor los compases decisivos para desarmar a la hexacampeona de Europa y hacerse con el primer juego de forma cómoda (16-21).
La jugadora onubense se rehizo rápidamente y empezó mejor el segundo juego (3-0), pero Jiao también le dejó claro que no le iba a dar facilidades y asustó con un parcial de 2-9 para coger el mando con cierta claridad (5-9).
Carolina Marín también acertó a responder y no se puso nerviosa para trasladar la igualdad al marcador hasta el 13-13, momento en el que sacó su mejor versión para desarbolar a la nueve del mundo y forzar el tercer juego (21-15).
Entonces, la española se agarró a su temple y fortaleza mental. Salvo al inicio, fue muy por detrás en el electrónico en el primer tramo de parcial y aunque alcanzó la fase decisiva con sus opciones intactas (13-14), vio como Jiao se quedaba a un paso del billete a cuartos. Pero con 16-20, a la china le pudieron los nervios, todo lo contrario que a la triple campeona del mundo, férrea en su ánimo y que no lo desaprovechó para firmar una gran remontada hacia la victoria.