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Bagdad intenta recuperar la normalidad tras la retirada del movimiento 'sadrista' de la Zona Verde

El primer ministro iraquí, Mostafá al Kazemi, ha ordenado abrir el puente colgante en el centro de la capital, Bagdad, después de que el movimiento 'sadrista' haya finalizado su retirada de la Zona Verde, donde se encuentran las sedes gubernamentales y diplomáticas.

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El Mando de Operaciones Conjuntas, tras levantar el toque de queda en Bagdad y las demás provincias iraquíes, ha ordenado poner fin al estado de alerta máxima tras los graves enfrentamientos vividos en la capital, que han dejado cerca de 30 muertos, siendo la mayoría de los fallecidos afines al influyente clérigo chií Muqtada al Sadr.

Asimismo, las autoridades iraníes han anunciado, después de que la situación vuelva a una relativa normalidad, la apertura de su frontera con Irak, aunque por el momento permanece cerrada a la espera de que se pueda garantizar la seguridad en el país, según ha recogido la agencia de noticias IRNA.

Por otro lado, el Ministerio de Educación ha anunciado que se reanudará mañana el horario laboral oficial en las instituciones educativas --universidades, colegios e institutos-- de todas las gobernaciones, según ha recogido la agencia de noticias NINA.

El clérigo chií Muqtada al Sadr, tras retirarse de la política de forma oficial, ha dado este martes un ultimátum a los manifestantes para que se retiren en menos de una hora de la Zona Verde de la capital, tras lo que la multitud ha empezado a abandonar el lugar.

Antes de avisar a sus partidarios de que se retirasen en menos de una hora, el clérigo chií había iniciado una huelga de hambre para pedir el fin de la violencia en el país, que había decretado un toque de queda a nivel nacional que posteriormente ha sido levantado.

Miembros de la milicia Saraya al Salam, que apoya a Al Sadr, han protagonizado enfrentamientos en las últimas horas con las milicias respaldadas por Irán y han lanzado granadas en los alrededores de la Zona Verde de la capital.

Las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos y también fuego real para contener a los manifestantes, antes de que los líderes políticos apelasen a la contención de todas las partes. Entre las instituciones asaltadas se encontraba el edificio que alberga la oficina del primer ministro.

Al Sadr, que llevaba semanas movilizando a sus cientos de miles de simpatizantes en Bagdad hasta el punto de haber tomado en dos ocasiones el Parlamento, exigía la convocatoria de nuevas elecciones tras diez meses de fracaso para formar Gobierno.

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