En su discurso para dar arranque al regreso a clases tras dos años de pandemia en Guerrero, Evelyn Salgado Pineda aseguró el 29 de agosto que “la educación es el único camino para la paz, para el desarrollo y el bienestar duradero”; al tiempo que el secretario de Educación de la entidad, Marcial Rodríguez reportó que la vuelta a las aulas fue al 100% y sin incidencias.
No obstante, la jornada del inicio del ciclo escolar 2022-2023 estuvo marcada por protestas magisteriales, paros y demandas de mejores condiciones educativas.
Las autoridades afirmaron que más de un millón de estudiantes y 70 mil docentes regresaron a las aulas; pero al menos 10 primarias en Chilpancingo no iniciaron actividades por una protesta de cerca 100 maestros y trabajadores, quienes cerraron las oficinas de la zona escolar 02. Los inconformes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), pidieron a las autoridades que se ratifique a Iván Hernández Pineda como supervisor de la zona.
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Asimismo, medios locales reportaron que padres de estudiantes de la primaria Rafael Ramírez, también en la capital, cerraron un carril del bulevar Río Huacapa, pues las autoridades no instalaron las 12 carpas para que se llevaran a cabo las clases, pues las instalaciones fueron dictaminadas de “alto riesgo” y presentan hundimientos por los sismos de los últimos años en la entidad.
Por otra parte, cerca de mil 500 afiliados al Sindicato Único de Trabajadores de Colegio de Bachilleres (Cobach) en la entidad no iniciaron las clases. En 117 planteles se mantuvo el paro de labores que afecta directamente a cerca de 25 mil estudiantes. La suspensión de actividades se inició cinco días atrás porque las autoridades educativas no cumplieron con sus demandas, entre las que figura la destitución del director administrativo del Cobach, David Guzmán Sagredo.
Guerrero es uno de los estados de la República con mayor rezago educativo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más en la entidad que gobierna Salgado Pineda es de poco más del segundo año de secundaria, y 12 de cada 100 personas en este rango de edad no saben leer ni escribir.
