OTTAWA (AP) — La policía de Canadá informó el martes el inicio de una investigación después de que la viceprimera ministra Chrystia Freeland fuera objeto de una diatriba de insultos en el ayuntamiento de Grande Prairie, en la provincia de Alberta.
Un video difundido en Twitter muestra a un hombre corpulento que se acerca a Freeland, insultándola y llamándola “traidora”. El hombre del video se acerca frente a las puertas abiertas de un ascensor y le dice a Freeland que se vaya de Alberta, mientras una mujer le dice: “Usted no pertenece aquí”.
El gobierno del Partido Liberal de Canadá y muchas de sus medidas relacionadas con el COVID-19 no han sido bien aceptadas en Alberta, la provincia más conservadora de Canadá.
La Real Policía Montada de Canadá dijo que los actos físicos o verbales en persona o en línea podrían violar la ley, aunque no se precisó la posible violación.
Añadió que si no se cumple el criterio para presentar cargos penales, se examinan las amenazas y los comentarios despectivos desde una perspectiva de inteligencia.
Freeland estaba acompañada por algunas mujeres que pertenecen a su equipo de trabajo al momento en que fue abordada el viernes, un incidente que ha sido ampliamente condenado.
“Las amenazas, la violencia —la intimidación de cualquier tipo— nunca son aceptables, y este tipo de comportamiento cobarde amenaza y socava a nuestra democracia y a nuestros valores de apertura y respeto sobre los cuales se construyó Canadá”, dijo el primer ministro Justin Trudeau el lunes.
Trudeau se refirió a la confrontación como una reacción violenta que ha ido en aumento en redes sociales durante años, asegurando que las mujeres que se expresan en las redes sociales suelen ser objeto de acoso y de actitudes tóxicas.
Dijo que eso le quita voz a la mujer y su derecho a la libertad de expresión.
Freeland, oriunda de Alberta, ha dicho que lo sucedido estaba mal y que nadie debería tener que soportar amenazas e intimidaciones.
La alcaldesa de Grande Prairie, Jackie Clayton, dijo en un video publicado en internet que el incidente con Freeland fue “una muestra repugnante de odio y abuso”. Expresó su agradecimiento al personal municipal que “calmó la situación y actuó de manera muy profesional a pesar de las circunstancias".
