MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Los agentes recibieron órdenes de sus superiores de disparar sobre una multitud enfurecida que pretendía llegar hasta las cuatros sospechosos que habían sido detenidos por la muerte de una mujer y el secuestro de su hijo albino, cuenta el portal de noticias Madagascar Tribune.
Unas 500 personas armadas con machetes intentaron supuestamente entrar en la comisaría donde se encontraban los detenidos. "Dimos la alerta, utilizamos gases lacrimógenas para dispersarles, pero (...) empezaron a tirarnos cuchillos y objetos cortantes", ha justificado el jefe de Policía de Ikongo, Andry Rakotondrazaka.
La turbamulta amenazó no solo con atacar la comisaría en la que se encontraban los sospechosos, sino también otras instalaciones policiales, provocando la huída de muchos funcionarios. Esto permitió que unas 150 personas que estaban detenidas en estos centros huyeran, sin que se haya podido hallar todavía con su paradero.
Entre los fugados están tres de los sospechosos. Los cuatro cayeron en una emboscada cuando iban a ser trasladados por varios agentes de seguridad a un centro penitenciario de Antananarivo, la capital de Madagascar.
Algunos medios locales han informado de que familiares de la madre asesinada mataron a dos personas relacionadas con los cuatro sospechosos, por lo que el número total de víctimas por este caso ascendería ya a 21. El niño sigue desaparecido.
Autoridades de Ikongo han anunciado que abrirán una investigación parlamentaria para esclarecer lo que han calificado de "pura masacre". El diputado Jean-Brunelle Razafintsiandraofa ha desmentido la versión de la Policía y les ha reprochado que con su huída permitieron que los presos escaparan.
"Necesitamos determinar cuáles son las responsabilidades de cada entidad. ¿Quién disparó primero?", se ha preguntado Razafintsiandraofa, informa el portal de noticias Midi-Madagasikara.
La población albina son especialmente vulnerable en algunos países de África por las supersticiones y creencias que aún hoy imperan sobre ella. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó en marzo de más de una decena de ataques contra personas con albinismo en los dos últimos años en Madagascar.