LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 6 (EUROPA PRESS)
La sentencia, hecha pública este martes, lo condena como autor de un delito de desórdenes públicos y otro de atentado a agentes de la autoridad, en tanto que fue absuelto de un delito de daños --que fueron calculados en algo más de 10.000 euros--.
Los hechos se produjeron en febrero de 2021 cuando el hombre, acompañado de otros cuatro menores y armados con palos, cristales y cadenas, amedrentó al resto de residentes y les instó a sumarse a la revuelta hasta alcanzar una veintena de personas.
A raíz del ataque todas las plantas del complejo Puerto Bello, que gestionaba la ONG Respuesta Social, se vieron afectadas con rotura de cristales, muebles, electrodomésticos vigas o tomas de luz.
Debido al ataque los monitores del centro se refugiaron en una habitación de la planta inferior del complejo a la espera de la llegada de las fuerzas de seguridad.
Para impedir su entrada en el edificio los migrantes habían construido barricadas elaboradas con sillas, microondas y cristales, más agua con jabón en el piso, y lanzaron a los agentes varios objetos como pequeños electrodomésticos o garrafas llenas de aguas.
Finalmente, tras varias horas de intervención, el instigador de la revuelta fue detenido.