MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Human Rights Watch ha declarado en un comunicado que el austriaco Turk "debe estar listo y dispuesto a enfrentarse incluso a los gobiernos más poderosos de manera pública", al tiempo que no debe esperar "que el diálogo entre bastidores genere cambios".
De esta forma, HRW ha expresado que espera que el candidato, quien actualmente es secretario general adjunto sobre Políticas en Naciones Unidas, sea un "defensor franco y con principios" de "todas las víctimas de abusos en todo el mundo".
"El nuevo Alto Comisionado tendrá mucho trabajo para combatir un entorno difícil de Derechos Humanos en todo el mundo", ha explicado la directora ejecutiva de HRW, Tirana Hassan, agregando que se enfrenta a crímenes de lesa humanidad en Xinjiang, en Ucrania y en Etiopía o al racismo en Estados Unidos.
Por su parte, desde AI han pedido que el candidato, designado en "un momento de considerables amenazas a los Derechos Humanos en todo el mundo", dé respuesta a numerosos desafíos: la guerra en Ucrania, la persecución de la minoría uigur en China, así como crisis olvidadas como las de Yemen, Birmania o República Democrática del Congo.
"Su voz en defensa de las víctimas de violaciones de Derechos humanos en todo el mundo deberá ser alta y clara. Cuentan con él para hacer frente a los violadores, incluso cuando se trata de estados poderosos", ha coincidido también la secretaria general de AI, Agnès Callamard.
Asimismo, ha indicado que esperan trabajar con Turk "para responder a las numerosas amenazas existenciales y violaciones de Derechos Humanos a las que se enfrenta el mundo". "Esperamos igualmente que respete y apoye el papel de la sociedad civil en informar y dar forma a las posiciones y respuestas de Derechos Humanos", ha agregado.
La nominación de Turk como nuevo Alto Comisionado de Derechos Humanos en sustitución de Michelle Bachelet, que dejó el cargo el pasado mes de agosto, ha sido confirmada por un portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos en declaraciones a Europa Press.
El futuro sustituto de Bachelet, que también fue 'número 2' en la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) entre 2015 y 2019, tendrá que ser aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas y ocupará el cargo durante cuatro años con posibilidad de renovar su mandato por un plazo fijo de otros cuatro.
Bachelet anunció en junio que no aspiraría a un segundo mandato, por lo que dejó el cargo que ostentaba desde hace cuatro años el pasado 31 de agosto, tras publicar un polémico informe sobre los Derechos Humanos de la minoría uigur en la región china de Xinjiang por el que recibió presiones, según denunció.
