FORESTHILL, California, EE.UU. (AP) — Una vez más, los bomberos impidieron que las llamas entraran en un pueblo de montaña del norte de California y el jueves reportaron avances significativos contra el incendio que lleva una semana y que se ha vuelto el más grande del estado en lo que va del año.
La situación del llamado Incendio Mosquito, a unos 177 kilómetros al noreste de San Francisco, era “mucho mejor”, según el portavoz de los bomberos, Scott McLean.
Las cuadrillas en tierra construyeron líneas de contención del fuego mientras los helicópteros arrojaron agua sobre focos críticos después de que el fuego resurgiera el martes, quemando inmuebles cerca de Foresthill.
“Se ve muy bien en el extremo oeste, donde tuvimos ese aumento drástico de incendios a principios de semana”, afirmó McLean el jueves. Las llamas subieron por una zanja para drenaje hacia un vecindario, pero los bomberos salvaron todas las casas.
Los científicos dicen que el cambio climático ha hecho que el oeste de Estados Unidos sea más cálido y seco durante las últimas tres décadas y seguirá haciendo que el clima sea más extremo y que los incendios forestales sean más frecuentes y destructivos.
En los últimos cinco años, California ha experimentado los incendios más grandes y destructivos de su historia.
El jueves se mantuvieron las órdenes de evacuación para unos 11.000 residentes debido a la naturaleza impredecible de los vientos, precisó McLean. Dijo que normalmente los vientos soplan en la dirección de varios cañones y que podrían propagar las llamas rápidamente si repuntan las ráfagas.
El Incendio Mosquito fue contenido en un 20% después de destruir al menos 70 casas y otros inmuebles. El incendio de 258 kilómetros cuadrados (100 millas cuadradas) del miércoles superó el tamaño de la conflagración más grande anterior en 2022 —el Incendio McKinney—, aunque esta temporada ha visto una fracción de la actividad de incendios forestales del año pasado, hasta ahora.