Utah, el segundo estado más seco del país, no contribuye mucha agua al río Colorado. Está en el centro de la cuenca del río, pero no tiene la influencia de estados vecinos más poblados y sedientos de agua como Colorado, California y Arizona.
Sus centros urbanos a lo largo de la cordillera Wasatch, donde vive el 80% de la población del estado, están alejados de la cuenca del Colorado y no dependen tanto de sus aguas como Phoenix o Las Vegas. Solo el 27% del agua que emplea Utah proviene del Colorado. La mayor parte la aportan otros ríos que alimentan el Gran Lago Salado.
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Bajo un acuerdo de 1948, Utah tiene derecho al 23% del agua que consumen los cuatro estados de la Cuenca Alta del Colorado. Recibe menos agua que Colorado, pero más que Wyoming o Nuevo México.
Por décadas, Utah trató de explotar desvíos del río para lanzar proyectos como un polémico acueducto hacia el lago Powell. El consumo de agua del estado, no obstante, se mantiene relativamente estable desde 1994 a pesar del crecimiento de la población.
Veintidós años de sequías en la región hicieron que la Oficina de Manejo de Aguas (Bureaud of Reclamation) aplicase más presiones a Utah y los otros seis estados que cruza el río para que reduzcan su consumo de agua y dejen de lado ciertos proyectos de desarrollo. Los estados se preparan ahora para renegociar las reglas sobre el uso del agua, que expiran en el 2026.
El representante de Utah en las negociaciones, Gene Shawcroft, encargado del manejo del agua del río en el estado, dice que “cuesta planear para dentro de cuatro o cinco años cuando no sabes lo que pasará en la próxima primavera”.
Utah participa además en negociaciones en torno al pedido de la Oficina de Manejo de Aguas de que los estados de la cuenca del Colorado reduzcan su consumo de agua un 30% el año que viene para estabilizar las aguas de los embalses Powell Mead, que están muy bajas.
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El estado, mientras tanto, ha adoptado una serie de medidas para conservar el agua, incluida una ley que permite a los agricultores suspender la irrigación de sus campos sin perder sus derechos al agua. Pero Shawcroft dice que equilibrar el sistema requerirá que los estados que más agua consumen río abajo reduzcan pronunciadamente su uso de agua.
La agricultura usa el 70% del agua del Colorado que emplea Utah y será el sector qué más deberá reducir su consumo.