MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Hasta 41 han sido ingresados en el Hospital Regional de Batken, otros 35 en el Hospital Nacional de Bishkek, uno en el Centro Nacional de Cirugía, 6 en el Centro Nacional de Atención a la Maternidad y la Infancia de Bishkek y uno en el Hospital Regional de Osh, según recoge la agencia de noticias Aki Press.
Ambas partes han mantenido contactos en la noche del viernes al sábado que han deparado un alto el fuego y unas horas de calma a partir de la medianoche, pero posteriormente Kirguistán ha denunciado que las tropas tayikas han atacado con proyectiles de mortero la localidad de Paski-Arik. El fuego comenzó a las 8.50 y duró unos cinco minutos, según recoge el portal eurasianet.
Mientras, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha expresado este sábado su preocupación por el resurgimiento de la actividad militar en la frontera y sus "consecuencias humanitarias". "El CICR está observando la situación. Responderá a las necesidades humanitarias y ayudará a los civiles afectados por los combates a través de las sociedades nacionales de la Cruz Roja", ha apuntado la directora del CICR para Asia Central, Sangeeta Koenig.
Además, el CICR ha recordado a las partes que deben distinguir "siempre" entre civiles y combatientes. "Se debe respetar y proteger en todas las circunstancias al personal y las instalaciones médicas dedicadas a labores médicas. El uso de armas que son indiscriminadas por su naturaleza está prohibido", ha recordado el organismo humanitario.
Las tensiones en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán se intensificaron cuando las unidades de la guardia fronteriza tayika penetraron en un área indefinida de la frontera cerca del área de Bulak Bashi de la región de Batken en Kirguistán y "tomaron posiciones de combate".
Los militares kirguises solicitaron que abandonasen el área, tras lo que los oficiales tayikos abrieron fuego. Además, se produjeron enfrentamientos armados en las zonas de Kak Sai y Pasky Aryk de la región de Batken.
La frontera entre ambos países, que se extiende por más de 970 kilómetros, ha sido escenario de diversos enfrentamientos durante los últimos años debido a que varios puntos se encuentran sin delimitar, lo que provoca disputas entre Biskek y Dushambé en torno al control de dichos territorios.
Esta falta de demarcación clara ha derivado en disputas sobre el uso de terrenos y recursos hídricos, con frecuentes choques entre guardias fronterizos de uno y otro país y reyertas entre las comunidades que quedaron separadas tras la desintegración de la Unión Soviética.