MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Estados Unidos ha anunciado la entrega de más de 150 millones de dólares (unos 150 millones de euros) adicionales a Somalia para reforzar la respuesta ante la sequía en el país, que ha ahondado la crisis humanitaria y dejado a siete millones de personas "al borde de la hambruna".
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha indicado en un comunicado que destinará 146,5 millones de dólares a ayuda alimentaria, mientras que otros cinco millones de dólares serán destinados a "resiliencia ante desastres" y "recuperación económica":
"La nueva financiación se suma al reciente paquete de 476 millones de dólares en ayuda humanitaria anunciado en julio, lo que eleva la contribución del Gobierno estadounidense a más de 870 millones de dólares para el pueblo de Somalia, lo que representa más de la mitad de toda la financiación humanitaria para Somalia en 2022", ha destacado.
Así, ha ensalzado que "esta ayuda crítica" llega en respuesta a un informe que alerta de la "probabilidad" de una hambruna en los distritos de Buur Hakaba y Baidoa "a menos que haya un aumento urgente de la ayuda humanitaria que alcance a las personas en situación de mayor necesidad".
En este sentido, ha explicado que el nuevo paquete de ayuda permitirá al Programa Mundial de Alimentos (PMA) entregar ayuda alimentaria de emergencia a 3,6 millones de personas durante dos meses y medio y ha desvelado que la USAID entregará dinero en efectivo y cupones para que los somalíes puedan comprar alimentos en los mercados locales.
"El Gobierno de Estados Unidos pide a la comunidad internacional de donantes que actúe inmediatamente para incrementar la financiación humanitaria al pueblo somalí para evitar que las proyecciones sobre una hambruna se conviertan en una realidad", ha remachado.
Por su parte, la organización no gubernamental World Vision ha pedido la entrega urgente de fondos para evitar otra hambruna y ha advertido de que una cuarta temporada consecutiva de falta de lluvias y el aumento de los precios de los alimentos básicos han dejado a casi la mitad de la población ante el riesgo de hambre.
Así, ha detallado que la peor sequía del país en 40 años ha provocado la muerte de más de tres millones de cabezas de ganado, mientras que al menos 1,5 millones de menores de cinco años, que representan casi la mitad de la población infantil total, corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda.
"Estas son las cosas que estamos presenciando sobre el terreno, pero que son invisibles para el mundo: el ganado muriendo y los cultivos marchitándose por la falta de lluvia, acabando con los medios de vida de millones de agricultores; los bebés demasiado débiles para llorar debido a la desnutrición severa, los pozos secándose; miles de personas abandonando sus pueblos, moviéndose en busca de comida y agua; y los menores abandonando la escuela para encontrar trabajo y ayudar a sus familias a sobrevivir", ha dicho el director interno de la ONG en Somalia, Tobias Oloo.
En esta línea, la coordinadora de comunicación de World Vision, Eloisa Molina, ha destacado que "las agencias de ayuda humanitaria como World Vision están haciendo todo lo posible para ayudar, pero el hecho es que necesitamos urgentemente financiación adicional para hacer frente al número de personas que necesitan este apoyo crítico".
"No podemos esperar a que mueran más personas para actuar", ha dicho, antes de recordar que "en 2017, la fuerte acción colectiva y rápida de la comunidad internacional evitó que se produjera otra hambruna".
"Pedimos a la comunidad internacional que demuestre un compromiso y una urgencia similares. Las repetidas alertas demuestran que la gente podría morir si no hay ayuda de emergencia crítica, como en el caso de los alimentos y el agua" ha zanjado.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas avisó en julio de que más de siete millones de personas están al borde de la hambruna por la catastrófica sequía que azota casi una veintena de regiones de Somalia.
El entonces primer ministro de Somalia, Mohamed Husein Roble, decretó el estado de emergencia en noviembre de 2021 y en marzo hizo un llamamiento a la entrega de ayuda internacional ante el empeoramiento de la sequía en el Cuerno de África, con Somalia como el país más afectado en la región.