WASHINGTON (AP) — Estados Unidos impuso el jueves sanciones a la policía moral de Irán y a los jefes de otras agencias gubernamentales por la muerte de una mujer que fue detenida por no cubrir correctamente su cabello con el velo islámico.
Al menos nueve manifestantes han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad iraníes desde que comenzaron las protestas el fin de semana por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro también incluyó en las sanciones a los líderes del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán, las Fuerzas Terrestres del Ejército, las Fuerzas de Resistencia Basij y otras agencias del orden. Las sanciones les niegan a los afectados el acceso a sus propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos.
“Estos funcionarios supervisan organizaciones que habitualmente emplean la violencia para reprimir a manifestantes pacíficos y miembros de la sociedad civil iraní, disidentes políticos, activistas de mujeres y miembros de la comunidad bahá’í iraní”, indicó el Departamento del Tesoro en un comunicado de prensa.
La policía moral detuvo a Amini la semana pasada y dijo que no se cubría correctamente el cabello con el velo islámico, conocido como hiyab, que es obligatorio para las mujeres iraníes. La joven perdió el conocimiento en una comisaría y murió tres días después.
La policía dice que murió de un infarto y niega que haya sido maltratada. Su familia dice que ella no tenía antecedentes de problemas cardíacos, y su muerte bajo custodia policial ha provocado atrevidas protestas de manifestantes, quienes han enfrentado palizas y arrestos.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que Estados Unidos pide al gobierno iraní que “ponga fin a su violencia contra las mujeres y su continua represión violenta de la libertad de expresión y reunión”.
La muerte de Amini ha llevado a los iraníes a tomar las calles de Teherán y otras partes del país. Muchos iraníes, en particular los jóvenes, han llegado a ver su muerte como parte de la férrea vigilancia policial de la disidencia por parte de la República Islámica y el trato cada vez más violento de la policía de la moralidad hacia las mujeres jóvenes.