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Guerra en Ucrania, cada vez más cerca de convertirse en un conflicto nuclear

La ofensiva anunciada por Vladimir Putin encendió las alertas a un posible conflicto nuclear, ya que es la última carta por tirar

La gente asiste a una protesta contra la invasión rusa de Ucrania, en Estambul, Turquía, el sábado 24 de septiembre de 2022. (AP Photo/Khalil Hamra)

El pasado 21 de septiembre, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió un mensaje en cadena nacional en el que envió tres mensajes que quiso dejar en claro: que la amenaza de guerra nuclear es creíble y seria, que la movilización parcial y los rápidos cambios en las leyes de deserción militar son una señal de intención e intransigencia y un paso hacia la movilización total. Y la tercera es que la anexión rusa de Donetsk y Lugansk no es negociable.

Este mensaje despertó fuertes críticas en todo el mundo. El mensaje de Putin coincidió con el Debate General de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde los líderes mundiales aprovecharon el estrado de la ONU para hacer un llamado a la reducción de las tensiones y a desistir del uso de armas nucleares.

Al declarar una movilización parcial y amenazar con el uso de “muchas armas rusas” en respuesta al supuesto chantaje nuclear occidental, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha subido la apuesta una vez más en su guerra contra Ucrania.

“Cuando la integridad territorial de nuestro país se vea amenazada, utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para defender a Rusia y a nuestro pueblo; esto no es una broma”.

—  Vladimir Putin, 21 de septiembre de 2022

Las tarifas de los vuelos que salen de Rusia aumentaron drásticamente en las 24 horas posteriores al anuncio del presidente Vladimir Putin de movilizar las tropas de reserva y sugerir la posibilidad de un reclutamiento más amplio.

Las protestas contra el anuncio de Putin han tenido lugar en una treintena de pueblos y ciudades de toda Rusia. Según medios locales, se ha pedido a médicos, profesores y trabajadores de la banca que se preparen para el servicio militar. Rusia sacará 300 mil soldados más de su ejército de reserva, en gran parte como respuesta a una serie de devastadores reveses en Ucrania.

Un manifestante sostiene un cartel que dice: "¡No! a un falso referéndum", mientras los residentes de Mariupol asisten a una manifestación contra un referéndum orquestado por el Kremlin en Kiev, Ucrania, el sábado 24 de septiembre de 2022. La votación comenzó el viernes en cuatro regiones de Ucrania controladas por Moscú sobre los referendos para formar parte de Rusia. (AP Photo/Efrem Lukatsky)

¿Qué tan cerca está el mundo de ver una guerra nuclear?

Aún con opiniones divididas, expertos consultados por Publimetro coinciden en que la posibilidad es real, aunque quizás sea la última carta en jugarse en el conflicto.

Estamos demasiado cerca”, considera Alexander Hinton, director del Centro para el Estudio del Genocidio y los Derechos Humanos en la Universidad de Rutgers de Newark, Estados Unidos. “Si antes estábamos a unos pasos del uso de armas nucleares, ahora estamos a un paso. Ese paso podría darse si la situación se desestabiliza. A largo plazo, a nadie le interesa utilizar armas nucleares, especialmente a Rusia, que se encontraría con que pierde rápidamente los pocos amigos que aún tiene y los mercados que necesita desesperadamente”, añade.

En ese sentido coincide Thomas E. Doyle, profesor asociado de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de Texas, en Estados Unidos, quien afirma que “Estamos tan cerca de que se utilicen las armas nucleares como lo estuvimos durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962″.

“Suponiendo que las amenazas del presidente Vladimir Putin no fueran un “farol”, como indicó en su reciente discurso televisado, hay más posibilidades que antes de que se utilicen armas nucleares rusas si algún territorio recién anexionado es el centro de una nueva contraofensiva ucraniana”, añadió Doyle.

ARCHIVO - Un soldado de la guardia nacional ucraniana sobre un tanque ruso destruido en una zona cercana a la frontera con Rusia, en la región de Kharkiv, Ucrania, el 19 de septiembre de 2022. Una rápida contraofensiva ucraniana a principios de este mes que obligó a las tropas rusas a retirarse de amplias franjas de la región nororiental de Kharkiv ha obligado al Kremlin a apresurarse a absorber las zonas controladas por Rusia en el este y el sur de Ucrania. (AP Photo/Leo Correa, Archivo)

Por otro lado, para Tatsiana Kulakevich (@DrKulakevich en Twitter), profesora adjunta de la Universidad del Sur de Florida, “el uso estratégico de las armas nucleares es poco probable y ese será el último recurso para Putin”.

Lo que sí es posible es el uso de armas nucleares tácticas con el objetivo de asustar a los ucranianos y obligarlos a mantener conversaciones de paz. Pero entonces surge la pregunta, ¿qué pasa si los ucranianos no se asustan teniendo en cuenta que la ciudad de Mariupol parece haber sido golpeada por al menos diez armas nucleares tácticas y el mundo ya ha visto múltiples entierros masivos de ucranianos torturados en Bucha, Izium y otros lugares?”, añade Kulakevich.

Uno de los puntos clave será la respuesta de Occidente. “Los ucranianos sufrirán nuevas pérdidas, pero seguirán luchando. Si Rusia continúa con las armas tácticas, estaremos ante la guerra nuclear. Occidente no se quedará callado: en este escenario, Ucrania recibirá más armas. El 16 de septiembre, Biden también advirtió a Putin de que no utilizara armas nucleares y ha estado comunicando en privado a Rusia durante los últimos meses que habrá consecuencias si Moscú decide utilizar armas nucleares en la guerra de Ucrania”, concluye Kulakevich.

Bombas o no, existen riesgos nucleares en la guerra en Ucrania

Emily Channell-Justice, integrante del Instituto de Investigación de Ucrania de la Universidad de Harvard, considera que “debería haber cierta alarma de que Putin se ha dado cuenta de que está perdiendo esta guerra, por lo que ahora recurrirá a cualquier táctica que tenga que utilizar para intentar dar la vuelta a la situación. Esto podría ser absolutamente una opción nuclear, probablemente un ataque nuclear táctico en una ciudad de Ucrania. Sin embargo, también entiende que si elige esta opción, probablemente provocará una respuesta internacional aún mayor, a la que probablemente no sobrevivirá”.

“Además del riesgo de un ataque nuclear, también existe una gran preocupación por la central nuclear de Zaporizhzhia, una enorme y activa central nuclear en el sur de Ucrania. Ya ha habido combates en torno a esta planta, y algunos proyectiles han impactado en el territorio de la misma. Es posible que un escenario más probable sea un impacto directo en la planta en lugar de que se utilice un misil nuclear”, añade la especialista, quien concluye con un fuerte mensaje: “El daño que esto causaría en toda Europa sería devastador”.

3 PREGUNTAS CON

Alexander Hill, catedrático de Historia Militar en la Universidad de Calgary (Alberta, Canadá) y especialista en historia militar soviética con intereses en los asuntos militares rusos actuales.

Es autor de The Red Army and the Second World War [El Ejército Rojo y la Segunda Guerra Mundial (Cambridge)], y su libro más reciente es The War on the Eastern Front... A Photographic History [La guerra en el frente oriental... Una historia fotográfica (Pen and Sword Books)].

Alexander Hill, catedrático de Historia Militar en la Universidad de Calgary (Alberta, Canadá) y especialista en historia militar soviética con intereses en los asuntos militares rusos actuales.

¿Qué tan cerca considera que estamos de que se utilicen armas nucleares en la guerra de Ucrania?

Sin duda, aún estamos lejos de que Rusia considere seriamente el uso de armas nucleares en Ucrania, pero nos estamos acercando a esa posibilidad. Por debajo de la retórica, Rusia ha dejado bastante claro que las armas nucleares sólo se utilizarían si hubiera algún tipo de amenaza existencial para Rusia.

Si las zonas de Ucrania actualmente ocupadas por Rusia decidieran unirse a la Federación Rusa, y posteriormente fueran amenazadas con ser reconquistadas por las fuerzas ucranianas, entonces todavía dudaría de que Rusia utilizara armas nucleares.

Si Crimea se viera amenazada, creo que el riesgo de uso de armas nucleares rusas aumentaría significativamente. Sin embargo, la reciente movilización de reservistas por parte de Rusia hará que esto sea cada vez más improbable.

El uso de armas nucleares es una frontera sin retorno. ¿Qué escenario podríamos esperar si llegamos a ella y cómo podría evitarse?

Creo que es muy poco probable que lleguemos al punto de que Rusia considere seriamente el uso de armas nucleares. La única forma en la que es probable que lleguemos a ese punto es, como acabo de sugerir, si Ucrania está alguna vez en posición de amenazar a Crimea.

Dicho esto, si Occidente aumenta significativamente su apoyo a Ucrania en términos de provisión de sistemas de armas de largo alcance que se utilizaran para apuntar a Crimea o a territorio ruso fuera de Ucrania, podríamos ver también un mayor potencial de uso de armas nucleares por parte de Rusia.

Siete meses después de la invasión rusa de Ucrania, ¿cuál es su evaluación hasta ahora? ¿Cree que la respuesta de la comunidad internacional ha sido adecuada?

Es probable que el resultado final de esta guerra sea una especie de estancamiento y una paz negociada, en la que Rusia conservará sin duda el control de Crimea, y probablemente un territorio significativo más allá.

En cuanto a la respuesta de la comunidad internacional, si bien el apoyo inicial a Ucrania estaba justificado, la continuación de la escalada de la guerra por delegación sólo aumentará, con toda probabilidad, el coste humano de la guerra sin cambiar fundamentalmente el resultado.

Si los líderes occidentales esperan llevar la guerra hasta el punto de que sea posible un colapso ruso de algún tipo, entonces están jugando un juego muy peligroso.


VOX POP

El uso de armas nucleares es una frontera sin retorno. ¿Qué escenario podríamos esperar si llegamos a ella y cómo podría evitarse?

#1

Thomas E. Doyle II, Universidad Estatal de Texas, Estados Unidos

Evitar el primer uso nuclear de Rusia es una cuestión de 1) que el presidente Putin decida no cruzar el umbral nuclear si teme que las consecuencias para él sean demasiado costosas o 2) que Ucrania apacigüe las demandas rusas, lo que podría implicar también el apaciguamiento de Estados Unidos y la OTAN de las demandas rusas. No veo probable el apaciguamiento, por lo que todo dependerá de la valoración que haga Putin de las posibles reacciones en su contra si decide utilizar las armas nucleares.

- Thomas E. Doyle II, Universidad Estatal de Texas, Estados Unidos. Es autor de “Ética nuclear en el siglo XXI: Supervivencia, orden y justicia. (Rowman & Littlefield International, 2020)”


#2

Alexander Hinton, director del Centro para el Estudio del Genocidio y los Derechos Humanos y profesor distinguido de Antropología en la Universidad de Rutgers de Newark.

Esperemos que no lleguemos a ese punto. El peligro aquí es, ante todo, un ataque nuclear limitado en Ucrania, no una guerra nuclear a gran escala. No es el interés de nadie a largo plazo. Y hay salvaguardias de todo tipo para evitar que esto ocurra, incluidos los intereses políticos. Cualquier país que utilice armas nucleares se convertirá en un paria y sufrirá consecuencias económicas devastadoras. Por supuesto, eso no es nada comparado con el sufrimiento de las víctimas.

- Alexander Hinton, director del Centro para el Estudio del Genocidio y los Derechos Humanos y profesor distinguido de Antropología en la Universidad de Rutgers de Newark.

Es autor de Anthropological Witness: Lesson from the Khmer Rouge Tribunal [Testigo antropológico: Lecciones del Tribunal de los Jemeres Rojos. (2022, Ithaca, NY: Cornell University Press)] y de It Can Happen Here: White Power and the Rising Threat of Genocide in the US. [Puede ocurrir aquí: El poder blanco y la creciente amenaza de genocidio en Estados Unidos. (2021, Nueva York: NYU Press)].


#3

Emily Channell-Justice, Universidad de Harvard

El escenario más probable es un ataque militar táctico dentro de Ucrania, por lo que lo más probable es un ataque dirigido a una ciudad ucraniana. Esto lograría varias cosas: en primer lugar, dañaría potencialmente la moral ucraniana, porque la amenaza de un ataque nuclear es bastante más aterradora que todo lo que ha sucedido hasta ahora (aunque dudo que los ucranianos dejen de luchar: hasta ahora han demostrado estar comprometidos, y no estoy seguro de que incluso un ataque nuclear pueda cambiar eso. Espero que nunca lo sepamos).

La segunda cuestión es que si Rusia ataca un objetivo dentro de las fronteras de Ucrania, eso no es un claro ataque a un país de la OTAN. En otras palabras, no está claro si la OTAN respondería con una movilización si un ataque nuclear no golpeara directamente a un país de la OTAN. Sin embargo, sabemos que las consecuencias y los daños de cualquier ataque nuclear se sentirían en toda Europa. Seguir intentando persuadir a los líderes rusos de que no busquen opciones nucleares, continuar con las sanciones a Rusia para que aumente la desaprobación del régimen y seguir apoyando la victoria de Ucrania son los pasos más importantes para evitar el uso de armas nucleares.

- Emily Channell-Justice es la directora del Programa Temerty de Ucrania Contemporánea en el Instituto de Investigación de Ucrania de la Universidad de Harvard. Su próximo libro es Without the State: Self-Organization and Political Activism in Ukraine. [Sin el Estado: Autoorganización y activismo político en Ucrania (University of Toronto Press)].


En la opinión de:

Najmedin Meshkati, profesor del Departamento de Ingeniería Civil/Medioambiental de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, California.

Najmedin Meshkati, profesor del Departamento de Ingeniería Civil / Medioambiental, del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas, Kaprielian Hall (KAP), en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, California.

Creo que las sobrias declaraciones recientes del Presidente Putin, que incluían: “Si hay una amenaza a la integridad territorial de nuestro país, y para proteger a nuestro pueblo, ciertamente utilizaremos todos los medios disponibles, y no estoy fanfarroneando”, que fueron seguidas de una significativa pausa, deben ser tomadas muy en serio.

El Sr. Putin, que es un calculador ex agente del KGB, y su declaración deben considerarse en el contexto de la situación actual de Rusia en Ucrania, así como en su telón de fondo: el memorable e igualmente sobrio discurso que pronunció en la Conferencia de Múnich sobre Política de Seguridad en 2007, cuando se quejó con vehemencia del trato que Occidente daba a Rusia y a sus intereses nacionales.

Estados Unidos y sus aliados deberían darse cuenta de que Rusia es una superpotencia nacionalista con armas nucleares, y que Ucrania no es el Panamá de 1989, el Afganistán de 2001, el Irak de 2003 y la Libia de 2011, donde las fuerzas occidentales pueden entrar y derrotar fácilmente al enemigo.

En lugar de etiquetar al Sr. Putin como un monstruo y condenar sus maniobras nucleares, y desestimar el notable discurso de ayer (22 de septiembre) de su Ministro de Asuntos Exteriores, el Sr. Sergey Lavrov, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como los desplantes de un malvado agresor, Occidente debería adoptar un enfoque diplomático constructivo y llegar a un acuerdo con Rusia. Por supuesto, la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania no son negociables.

La comunidad internacional debería aumentar su apoyo inequívoco a Ucrania y a los ucranianos. Sin embargo, creo que los esfuerzos diplomáticos bilaterales (Estados Unidos-Rusia) y multilaterales (a través de las Naciones Unidas) han sido lamentablemente inadecuados. Espero que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, adopte un enfoque proactivo siguiendo el ejemplo de uno de sus grandes predecesores, el difunto Secretario General Javier Pérez de Cuéllar, y nombre a un representante o enviado especial para Rusia-Ucrania del calibre y la forma del legendario y carismático diplomático italiano Giandomenico Picco, cuyo trabajo se centró en el desarrollo de las relaciones entre Rusia y Ucrania.

Giandomenico Picco, cuyas magníficas habilidades de negociación e incansables esfuerzos durante 1989-1922 dieron como resultado la liberación de once rehenes durante la crisis de los rehenes en el Líbano.

Mi mayor temor es que se produzca una liberación accidental de radiación en una de las cuatro centrales nucleares de Ucrania, ya que recientemente hemos tenido algunos incidentes graves en la asediada central nuclear de Zaporizhzhia, así como en la central nuclear del sur de Ucrania.

Además, el fantasma del creciente riesgo de un lanzamiento accidental de un arma nuclear en estos tiempos de alerta máxima y de nerviosismo debería tomarse también muy en serio.

La crisis de los misiles cubanos de octubre de 1962 debería enseñarnos muchas lecciones; la guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética sólo se evitó gracias a Vasili Arkhipov, un submarino soviético que se negó a lanzar un torpedo nuclear contra las fuerzas estadounidenses.

Otra lección importante de esta crisis, que creo que es muy aplicable al presente y a nuestro contexto con respecto a Rusia y al Sr. Putin, tal y como la articuló sucintamente el editor colaborador del Financial Times, el Sr. Philp Stepens (“How the Cuban missile crisis forced a rendezvous with reality”, 25 de octubre de 2002), es que “para evitar la guerra, tienes que dejar a tu enemigo una opción que no sea la completa humillación”. Esa es una idea para el presente”. Sólo puedo esperar que Occidente haga caso...

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