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Fuerte tifón azota noreste de Filipinas; miles son evacuados

MANILA, Filipinas (AP) — Un potente tifón azotó el domingo el noreste de Filipinas y avanzaba de la isla de Luzón hacia la capital, Manila, en una ruta densamente poblada en la que miles de personas han sido evacuadas para ponerse a salvo.

El tifón Noru golpeó la ciudad costera de Burdeos, en la isla de Polillo, en la provincia de Quezón, poco antes de anochecer.

Con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora (121 millas) y ráfagas de hasta 240 km/h (149 mph). Se tenía previsto que se debilitará ligeramente cuando impacte la Sierra Madre, pero seguirá siendo peligrosamente fuerte, señalaron los meteorólogos.

“El tifón es fuerte y nosotros vivimos junto al mar”, dijo Marilen Yubatan, que abandonó su choza en Manila con sus dos hijas pequeñas. “Si caemos al agua, no sé dónde acabaré con mis hijos”.

El tifón pasó de ser una tormenta con vientos sostenidos de 85 km/h (53 mph) el sábado a ser un súper tifón sólo 24 horas después en una “intensificación explosiva” sobre mar abierto, dijo a The Associated Press Vicente Malano, que dirige la agencia meteorológica del país.

Miles de personas fueron evacuadas de la ruta del tifón, así como de pueblos en laderas propensas a los aludes de tierra e inundaciones repentinas. Las poblaciones costeras podrían sufrir olas de hasta 3 metros (unos 10 pies) en la provincia de Quezon, la isla de Polillo y la provincia cercana de Aurora.

“El efecto combinado de la marejada ciclónica y las fuertes olas en la costa podría causar inundaciones peligrosas y dañinas”, advirtió la agencia meteorológica.

En Tondo, un barrio marginal de Manila, algunos residentes salieron de sus casas con bolsas de pertenencias y se dirigieron apresuradamente a un centro de evacuación cercano mientras el cielo se oscurecía y las lluvias empezaban a caer.

Melchor Avenilla Jr., director de la oficina de emergencias en Quezon, dijo que las fuerzas de seguridad tenían órdenes de llevarse por la fuerza a personas que se negaran a abandonar su casa. “Pero hasta ahora hemos podido hacerlo sólo con pedírselo a la gente”, dijo Avenilla a AP por teléfono desde Quezon.

Varias provincias y ciudades, incluida la populosa capital Manila, suspendieron clases y el trabajo en oficinas gubernamentales el domingo y el lunes. El ojo del tifón podría pasar a unos 40 o 50 kilómetros (de 25 a 30 millas) de la metrópolis, “lo que es casi un impacto directo”, dijo Malano.

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