APIA, Samoa (AP) — ¿Qué pasa con la ciudadanía de la gente cuando la subida de los mares borre del mapa un país insular?
Este es uno de los asuntos que plantean estas islas al pedir cambios en las leyes internacionales ante la amenaza existencial que plantea el cambio climático.
“La crecida de los mares como consecuencia del cambio climático es un tema clave para muchas naciones insulares. Los países isleños del Pacífico están a la vanguardia de la batalla a favor de leyes justas y equitativas”, afirmó Fleur Ramsay, director de la unidad de litigios del Programa Pasifika, de la Oficina de Defensores del Medio Ambiente, con sede en Australia.
En una entrevista con la Associated Press, Ramsay destacó las falencias del proceso para cambiar las leyes internacionales. Por ejemplo, las leyes internacionales contemplan los reclamos que hacen tribus nómades sobre las tierras por las que siempre pasaron. Pero no abordan los derechos de los ciudadanos de naciones isleñas a los pasajes oceánicos históricos.
“Si le pidesen a nuestra gente que se vaya, jamás lo haríamos voluntariamente”, afirmó Eseta Vusamu, que trabaja actualmente en Samoa pero es oriundo de la isla de Ovalau, parte de las Fiji. “Allí hay tumbas, son nuestras tierras ancestrales”, agregó.
La aldea de Vusamu, Toku y muchas otras comunidades costeras de las Fiji fueron muy afectadas por el ciclón Winston del 2016, que obligó a reubicar a unos 3.000 residentes de las zonas costeras.
Ya hay indicios de lo que les espera a muchas de estas islas. Entre 1947 y el 2014 desaparecieron completamente seis islas pequeñas del archipiélago de las Islas Salomón, en el Pacífico, de acuerdo con un artículo publicado por Environment Research Letters en el 2016. El informe reportó la pérdida total de islas de coral y otras islas cuyas zonas costeras estaban desapareciendo, lo que motivó la reubicación de algunas comunidades. Un informe de este año del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, el principal organismo del mundo de científicos climáticos, ya alertó sobre los peligros que corren las zonas costeras y los ecosistemas por la crecida de los mares y de las olas, que provocan inundaciones y sumergen islas.
La protección de la soberanía es un asunto que preocupa a los líderes isleños. Los derechos marítimos y a los recursos que perderán las islas fueron un tema de discusión durante un encuentro de delegados de Pequeños Estados en Desarrollo del Pacífico de esta semana en Samoa. La conferencia se produjo inmediatamente después de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde líderes isleños pidieron reformas que protejan a las naciones insulares que pierden territorios por la erosión y la subida de los mares, y corren peligro de perder su herencia cultural.
El primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, dijo que las naciones isleñas del Pacífico no contribuyeron casi al calentamiento global --afirmó que generaron el 0,03% de las emisiones del mundo--, pero podrían ser destruidas por el calentamiento del planeta y la crecida de los mares.
“En este siglo, varias naciones isleñas perderán abundantes territorios por la crecida de los mares y algunas terminarán siendo inhabitables”, manifestó Natano. “Necesitamos un acuerdo mundial que garantice que las naciones isleñas como Tuvalu tienen asegurada su existencia después de quedar inhabitables”, expresó.
En su discurso de la semana pasada ante la ONU, el presidente de Vanuatu, Nikenike Vurobaravu, pidió a la Corte Penal Internacional que empiece a prestar atención al cambio climático.
Vanuatu quiere una opinión de ese tribunal, con sede en Holanda, que aclare cómo se pueden aplicar las leyes internacionales actuales con el fin de reforzar las medidas para combatir el cambio climático y proteger a la gente y al medio ambiente. Este mecanismo se enfocará en las obligaciones de los estados en relación con los derechos de las generaciones presente y futuras afectadas por el impacto adverso del cambio climático.
Este año, el Foro de Islas del Pacífico, organismo que nuclea a 18 naciones y territorios isleños, declaró que conservarán sus límites marítimos actuales sin importar las tierras que pueda perder por la crecida del mar. Este enfoque es problemático bajo las leyes internacionales debido a la competencia entre los países por mares territoriales.
Un grupo de estudios supervisado por la Comisión de Leyes Internacionales propuso en agosto de este año alternativas para proteger la soberanía de naciones que pueden perder territorios. Se planteó que el estado seguiría existiendo y conservaría alguna forma de personería legal, aún sin territorios propios, al estilo de lo que sucede con la Santa Sede y la Orden Soberana de Malta.
“Sabemos bien que nuestra existencia depende de nuestra fortaleza, nuestra tenacidad y de un liderazgo genuino”, manifestó Sevanaia Nawadra, directora general de la Secretaría del Programa Ambiental Regional del Pacífico, durante el encuentro de esta semana en Samoa.
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Pia Sarkar colaboró en este despacho desde Nueva York.
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