MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Nuevamente el periodista y humorista Juan Luis Cano hacía de maestro de ceremonias y abría un encuentro, el primero sin aforo reducido ni las limitaciones a las que llevó la pandemia, que ha vuelto a recuperar plenamente la magia del Molino del Manto (Chinchón, Madrid).
En un marco incomparable se celebraron unas jornadas que, como vaticinaba al comienzo Iñigo Osset Rambaud, enamorado de la guitarra española y anfitrión, serían "si cabe, más flamenco que otras". Rodeados de "un montón de amigos" daba paso a Cristina Canosa, representante de Estrella Galicia, quien ha destacado la importancia que tiene para la compañía "apoyar el talento".
En torno a las 18:00 horas, María Toledo, icono del flamenco actual, y recién nominada a los Latin Grammy 2022 en la categoría de Mejor Álbum de Música Flamenca, presentaba su último disco, 'Ranchera Flamenca', y abría las jornadas con un maridaje de ritmos bañados por rancheras de toda una vida pero armonizados por palos de Flamenco, acompañada de su piano y dando la sorpresa con una bambera de La Niña de los Peines unida a una recreación de la escala persa inesfaha.
La pureza a los orígenes, venía con la guitarra del genio Jerónimo Maya, quien demostró su fuertes raíces flamencas al tocar gran variedad de palos del flamenco como Tangos, Alegrías, Bulerías, Granainas, Mineras, Soleas, Zambras y Rumba. El salto lo dio acompañando a Tomasito, que fue el artista invitado en esta ocasión, y qué demostró que es espectáculo puro.
Pero si alguien enmudeció a los asistentes fue Juan Manuel Cañizares, sin duda uno de los artistas flamencos más importantes e influyentes en todo el mundo, Premio Nacional de Guitarra (1982), Premio de la Música (2008), y con una carrera que abarca más de cuatro décadas, que le han llevado a mantener una estrecha relación con Paco de Lucía durante diez años, así como con numerosos grandes artistas y creadores como Enrique Morente, Camarón de la Isla, Serrat o Alejandro Sanz.
Maestro indiscutible de la guitarra flamenca, hizo el silencio entre los invitados con una demostración de cómo se ama la guitarra; con una técnica magistral la hizo llorar demostrando que es un 'genio' más allá del espectáculo de puro flamenco que levantó a todos los asistentes en la mayor ovación de la noche.