ROMA, 3 (EUROPA PRESS)
"Eran emigrantes en busca de dignidad que encontraron la muerte en una de las muchas rutas de la esperanza. Un drama que todavía hoy vuelve a la mente y al corazón de muchos y no debe ser olvidado", señalan en el comunicado facilitado por la oficina de prensa del Vaticano.
El naufragio se produjo pocos meses después de la visita del Santo Padre a Lampedusa, el 8 de julio de 2013. Fue el primer viaje del Papa fuera de Roma. El Vaticano ha instado así a rezar "por todos los emigrantes muertos en el mar" y ha agradecido la labor de las personas que viven en la isla de Lampedusa que "desde el principio se comprometieron generosamente a acoger a los refugiados".
"En recuerdo de aquel trágico 3 de octubre, la Sección de Migrantes y Refugiados quiere invitar a todos hoy para elevar una oración unánime para que nadie perezca a causa de la migración, para que nadie vuelva a verse obligado a abandonar su patria, para que cada persona pueda mirar su futuro con esperanza, y que los hermanos y hermanas más vulnerables son acogidos y protegidos", añade la Santa Sede.