MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha advertido que, pese a que las elecciones en Bosnia y Herzegovina han transcurrido con normalidad, todavía persiste la desconfianza en las instituciones públicas, sigue habiendo una retórica de división de etnias y ha fracasado la reforma electoral en el país impulsada por el Alto Representante para Bosnia y Herzegovina, Christian Schmidt.
"Los importantes esfuerzos para gestionar este proceso electoral con éxito deben ir acompañados de esfuerzos similares para resolver el continuo estancamiento político que sigue socavando el desarrollo democrático real", ha explicado el coordinador especial y encargado del equipo de observación de la OSCE, Pascal Allizard.
Los observadores desplegados por Bosnia y Herzegovina han concluido que la campaña electoral "fue tranquila", aunque hubo incidentes de presión sobre los empleados del sector público, así como situaciones "perturbadoras" en los colegios electorales y sus alrededores.
"Si bien se observó que, en general, se siguieron los procedimientos de votación, el sufragio secreto a menudo se vio comprometido y también hubo casos de personas no autorizadas que siguieron la pista de los votantes y ayudaron a varios (de ellos)", ha declarado la OSCE en un comunicado.
De esta forma, los observadores de la organización -- desplegados junto a enviados de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) o la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, entre otros-- han detallado que se evaluó "negativamente" el procedimiento de recuento en distintos lugares del país debido a "irregularidades".
Con respecto a las divisiones étnicas, la OSCE ha recordado que "las restricciones al derecho a ser candidato basadas en el origen étnico y la residencia van en contra tanto del principio del sufragio universal e igualitario como de las normas internacionales para elecciones democráticas".
"Ahora que los ciudadanos de Bosnia y Herzegovina han votado, los políticos y los partidos políticos deberían ver esto como un mandato para trabajar por el futuro de su país y la perspectiva de la integración europea", ha precisado el responsable de la delegación de PACE, Stefan Schennach, agregando que "es vital cerrar las brechas entre los diferentes grupos étnicos".
Finalmente, la OSCE ha centrado su atención en los cambios legislativos propuestos en julio, asegurando que las deficiencias en el marco legal", así como las negociaciones fallidas" son dos pasos en los que debe trabajar el país.
"Lamentamos que el Alto Representante haya impuesto cambios de última hora. Después de las elecciones, el Parlamento Europeo pide una formación de Gobierno fluida y la rápida implementación de todas las reformas comprometidas, incluidas las electorales, de acuerdo con las decisiones de los tribunales locales e internacionales. No hay tiempo que perder", ha precisado el representante de la delegación del Parlamento Europeo, Andreas Schieder.
La jornada electoral estuvo marcada por el anuncio del Alto Representante para Bosnia y Herzegovina, Christian Schmidt, sobre la imposición de una serie de controvertidos cambios a la ley electoral que han azuzado las tensiones entre bosniacos y bosniocroatas antes de los comicios.
La nueva ley eleva el número de representantes en el Parlamento bosnio, así como la forma en la que son elegidos, al tiempo que introduce una fecha límite para la formación de Gobierno tras las elecciones y medidas para garantizar la funcionalidad de la Federación, la segunda entidad que compone el país junto a la República Srpska.
La guerra de Bosnia se cerró en 1995 con la firma de los Acuerdos de Dayton, que establecieron una Constitución que conformó dos entidades autónomas y tres pueblos constituyentes. La situación derivó en un Estado central debilitado que daba importantes competencias a las entidades y que terminó por derivar en bloqueos políticos a causa del disenso entre las distintas comunidades respecto a la toma de decisiones.