La secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, se refirió a la tercera y última fase de la reforma laboral implementada en el país como una “hazaña”, en beneficio de los trabajadores, la cual se pudo completar pese a la pandemia de Covid-19 y las críticas sobre los efectos que causaría en el entorno financiero y las inversiones.
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Alcalde aseguró en su discurso que marcó la puesta en marcha de la modificación de la regulación laboral que la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Michoacán, Nayarit, Sinaloa Sonora, Tamaulipas y Yucatán, también Baja California Sur y Guerrero a nivel local, se unieron al marco normativo.
Uno de los elementos más importantes de la reforma laboral es que las Juntas de Conciliación y Arbitraje no promoverán nuevos juicios y darán paso a los Centros de Conciliación y los Tribunales Laborales, con los cuales se busca fortalecer el mundo del trabajo para los sectores productivos y la sociedad en general.
“Se pretende impulsar la conciliación como pieza clave del modelo, recuperar la dignidad del trabajo como patrimonio común, impulsar el diálogo social, contar con una justicia cercana a las personas trabajadoras y a los empleadores cumplir con los compromisos internacionales, evitar la discriminación incluyendo la agenda de género, y recuperar la negociación colectiva”, indicó la titular de la secretaría del Trabajo.
La última etapa de la reforma laboral, que está fundamentada constitucionalmente desde el 2019, da paso a la instalación de 151 Centros de Conciliación, 44 federales, y 109 locales a cargo de 802 profesionistas de la mediación, detalló la dependencia federal encargada del ámbito laboral.
Además, la tercera etapa de la modificación en esta materia provoca la instalación de 148 sedes de Tribunales Laborales, con 41 federales y 107 locales, a cargo de 317 juezas y jueces que se seleccionan a través de concursos públicos.
Aunque se estima que el gobierno federal ha destinado 13 mil 500 millones de pesos para la formación de nuevas instituciones laborales, la resolución de disputas, el diálogo y la negociación han avanzado, al alcanzar más de un millón de trabajadores con legitimación de sus Contratos Colectivos y 350 mil que han elegido a sus líderes sindicales.