KAMPALA, Uganda (AP) — El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, destituyó a su hijo como comandante de las fuerzas de infantería del país después que este emitió sin provocación un tuit en el que amenazó con tomar la capital de la vecina Kenia, lo que causó consternación en todo el este de África.
El teniente general Muhoozi Kainerugaba, apodado el “general tuitero”, ha provocado ira entre algunos ugandeses, quienes consideran que sus tuits frecuentes son provocadores y a veces peligrosos.
Ha tuiteado su apoyo a los rebeldes de Tigray que luchan contra las fuerzas federales en Etiopía. Ha expresado apoyo a los violentos rebeldes del Congo oriental. Ha dicho que todos los africanos apoyan a Rusia en su guerra en Ucrania. En un extraño mensaje dijo que ofrecía 100 cabezas de ganado —aparentemente como una dote— a la próxima primera ministra de Italia.
Algunos partidarios de Kainerugaba dicen que sus tuits son humorísticos y no se los debe tomar en serio. Pero otros ven un problema mayor. Como oficial del Ejército, la Constitución le prohíbe intervenir en la política partidista. Algunos dicen que si fuera cualquier otro soldado, le celebrarían un tribunal de guerra.
“No nos tomaría ni dos semanas, a mí y a mi ejército, tomar Nairobi”, tuiteó el lunes.
La amenaza de tomar la capital de Kenia colmó la paciencia de su padre, un gobernante autoritario que llegó al poder en 1986.
El presidente keniano William Ruto, que llegó al poder el mes pasado, es amigo de Museveni, a quien llamó el “padre” de la región durante su juramentación.
A pesar de su destitución como comandante, Kainerugaba sigue siendo general y asesor militar de su padre, según un comunicado de las fuerzas armadas.
Muchos ugandeses creen que Museveni está preparando a Kainerugaba para sucederlo, pero el presidente lo niega.