DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El ruido de lo que parecían disparos y explosiones se oyó el unes de madrugada en las calles de una ciudad en el oeste de Irán que ha estado en el centro de las protestas por la muerte de una mujer de 22 años. Las fuerzas de seguridad mataron al menos a un hombre en un poblado cercano, según activistas.
Los incidentes se producían en medio de airadas manifestaciones en ciudades y pueblos de toda Irán por la muerte de Mahsa Amini, que murió el 16 de septiembre días después de ser detenida por la policía de la moral en Teherán. Aunque el gobierno iraní insiste en que Amini no fue maltratada, los videos de violentas confrontaciones con mujeres que llevaban demasiado suelo el pañuelo islámico o hiyab han avivado la sospechas de fue agredida durante su detención.
Pese a las restricciones del gobierno sobre internet, circulan videos de Teherán y otros lugares que muestran a mujeres marchando por la calle sin hiyab y a gente que confronta a las autoridades y enciende hogueras en la calle. Las manifestaciones, que ya duran más de tres semanas, son uno de los desafíos más importantes a la teocracia iraní desde las marchas del Movimiento Verde de 2009.
Los incidentes violentos del lunes por la mañana se produjeron en Sanandaj, la capital de la provincia iraní de Kurdistán, así como en el pueblo de Salas Babajani, cerca de la frontera con Irak, según la Organización Hengaw para los Derechos Humanos, un grupo kurdo. Amini era kurda y su muerte se ha sentido especialmente en la región kurda de Irán, donde comenzaron las protestas el 17 de septiembre en el funeral de la joven.
Hengaw compartió un video de lo que se describió como humo que se alzaba de noche sobre un vecindario en Sanandaj, mientras sonaba lo que parecías disparos de fusiles y gritos de gente.
No había reportes inmediatos sobre heridos. Hengaw compartió después otro video de lo que parecían casquillos de fusiles y escopetas recogidos del suelo, así como latas vacías de gas lacrimógeno.
Las autoridades no dieron explicación en un primer momento para los sucesos de la mañana en Sanandaj, unos 400 kilómetros (250 millas) al oeste de Teherán. Esmail Zarei Kousha, gobernador de la provincia de Kurdistán, afirmó sin presentar pruebas que grupos desconocidos habían “conspirado para matar a jóvenes en las calles” el sábado, según reportó el lunes la agencia semioficial Fars.
Kousha también acusó a esos grupos no identificados de matar ese día a un joven con disparos en la cabeza, un ataque que los activistas han atribuido a las fuerzas de seguridad iraníes. Los activistas dijeron que fuerzas iraníes dispararon al hombre después de que hiciera sonar la bocina al pasar junto a ellos. Tocar la bocina se ha convertido en una forma de desobediencia civil, y otros videos han mostrado a policías antimotines que respondían a esa acción rompiendo los parabrisas de vehículos en movimiento.
En el poblado de Salas Babajani, unos 100 kilómetros (60 millas) al suroeste de Sanandaj, un hombre murió por sus heridas tras recibir varios disparos de fuerzas de seguridad iraníes cuando protestaba en la localidad, según Hengaw. Otras personas resultaron heridas en la balacera.
Todavía no estaba claro cuánta gente había muerto en las manifestaciones y en la represión de las marchas. La última cifra publicada en la televisión estatal era de al menos 41 muertos en las protestas hasta el 24 de septiembre. El gobierno no ha dado nuevos datos en las más de dos semanas desde entonces.
Un grupo con sede en Oslo llamado Derechos Humanos en Irán estima que han muerto al menos 185 personas, aunque eso incluye unas 90 personas fallecidas en choques en la ciudad oriental de Zahedan. Las autoridades iraníes han relacionado los choques en Zahedan con separatistas no identificados, aunque Derechos Humanos en Irán afirmó que el incidente comenzó con una protesta por acusaciones de supuesta violación contra un policía local.
Entre tanto, varios presos murieron en un motín carcelario en la ciudad de Rasht, según dijo un fiscal a medios. En un primer momento no estaba claro si el motín en la Prisión de Lakan estaba relacionado con las protestas, aunque en las últimas semanas se han producido grandes manifestaciones en Rasht tras la muerte de Amini.
“Algunos prisioneros murieron por sus heridas cuando se cortó la electricidad (en la prisión) por los daños”, dijo el fiscal provincial Mehdi Fallah Miri, en declaraciones citadas por la agencia semioficial Mehr. También acusó a los presos de no permitir que las autoridades llegaran hasta los heridos.
Miri indicó que el motín se había producido en un ala de la prisión donde se alojan reos condenados a muerte.
