TÚNEZ (AP) — n alza de los precios de los alimentos y escasez de productos básicos en semanas recientes golpea a los tunecinos y amenaza con convertir el persistente descontento en el país norafricano — cuna de las protestas de la Primavera Árabe — en un polvorín.
El azúcar, el aceite vegetal, el arroz e incluso el agua embotellada desaparecen periódicamente de los supermercados. Las personas hacen colas de horas esos productos esenciales que han sido subsidiados desde hace tiempo y que ahora están disponibles solamente en raciones. Cuando aparecen en los estantes, mucha gente no puede pagar los exorbitantes precios.
El gobierno culpa a especuladores, acaparadores en el mercado negro y la guerra en Ucrania, pero expertos dicen que la crisis presupuestaria del gobierno y su incapacidad para negociar un préstamo a largo plazo del Fondo Monetario Internacional han agravado los problemas del país.
A veces estallan peleas en las colas en los mercados, y han ocurrido protestas aisladas y choques esporádicos con la policía por el alza de precios y la escasez de productos en diversas partes del país. En un suburbio de la capital, un joven vendedor de frutas se suicidó recientemente luego que la policía confiscó la báscula que usaba para pesar los productos.
Su acto de desesperación revivió recuerdos de la autoinmolación de otro vendedor, Mohamed Bouazizi, que desató las protestas que llevaron a la caída del dictador Zine El Abidine Ben Ali y alentaron protestas similares en todo el mundo árabe.
El Ministerio de Comercio prometió el mes pasado que la escasez de productos iba a amainar y anunció la importación de 20.000 toneladas de azúcar de India a tiempo para el milad, el cumpleaños del profeta Mahoma. Pero la noche antes del feriado, los ciudadanos formaron largas colas delante de supermercados con esperanzas de conseguir un paquete de azúcar, un producto esencial para los platos tradicionales de la fecha.
La comida no es lo único que escasea. Careciendo de recursos energéticos como los que abundan en los vecinos Libia y Argelia, Túnez depende de las importaciones y sus problemas económicos significan que tiene poca palanca en los mercados internacionales para asegurarse los productos que necesita.
La inflación ha alcanzado un nivel récord de 9,1%, el mayor en tres décadas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas.