MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
"El acuerdo anunciado hoy por ambos gobiernos contemplará el desarrollo de campos energéticos en beneficio de ambos países, sentando las bases para una región más estable y próspera, y aprovechando nuevos recursos energéticos vitales para el mundo", ha dicho Biden en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
Biden ha hablado este martes por teléfono tanto con el primer ministro israelí, Yair Lapid, como con el presidente libanés, Michel Aoun, tras la firma del acuerdo, que permitirá, según el mandatario estadounidense, proteger tanto "la seguridad y los intereses económicos de Israel" como "promover la explotación de los recursos energéticos de Líbano".
"También quiero agradecerle al presidente francés, Emmanuel Macron, y a su gobierno su apoyo en estas negociaciones", ha afirmado, agregando que el pacto alcanzado entre las partes también repercute en los intereses de Estados Unidos, ya que busca construir una región "más estable, próspera e integrada, con menores riesgos de nuevos conflictos".
Por ello, ha agradecido a las partes las negociaciones y ha asegurado que Washington "persiste" en la diplomacia. "Quiero agradecer a nuestros diplomáticos y a todos en Estados Unidos, en el gobierno pasado y presente, que han trabajado incansablemente en este tema bipartidista a lo largo de los años", ha zanjado.
Las partes se han puerto de acuerdo tras haber recibido la última propuesta de parte del mediador estadounidense, Amos Hochstein. Así, Lapid ha reconocido que el acuerdo es "un logro histórico que reforzará la seguridad de Israel, generará miles de millones de dólares a la economía de Israel y garantizará la estabilidad en la frontera norte".
Por su parte, el vicepresidente del Parlamento libanés, Elias abu Saab, ha afirmado que "Líbano ha obtenido sus demandas, porque eran correctas", y ha confirmado que ha entregado la propuesta de Hochstein al presidente del país, Michel Aoun.
Si bien los detalles no han trascendido en su totalidad, diplomáticos conocedores del asunto han afirmado que el pacto reconoce la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Líbano disfrutar de la explotación del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana. Israel mantendría el control de Karish y ha dicho que podría iniciar trabajos en la zona, en medio de las amenazas al respecto por parte del partido-milicia chií libanés Hezbolá.
Israel y Líbano --que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas-- iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.