MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La capacidad de los ecosistemas para adaptarse a los cambios de su entorno depende en gran medida del tipo y el impacto de sus factores de estrés ambiental específicos. Los arrecifes de coral, en particular, son sensibles a estas condiciones ambientales inadecuadas. Sin embargo, la cronología de la adecuación ambiental ha sido objeto de debate.
Utilizando el CMIP5, un marco experimental diseñado para calcular modelos globales destinados a mejorar el conocimiento del cambio climático, los investigadores examinaron las proyecciones globales de cinco factores de estrés ambiental desde los escenarios históricos hasta las proyecciones para el año 2100.
Estos factores de estrés incluían la temperatura de la superficie del mar, la acidificación de los océanos, las tormentas tropicales, el uso de la tierra y las proyecciones de la población humana.
"Aunque los impactos negativos del cambio climático en los arrecifes de coral son bien conocidos, esta investigación muestra que en realidad son peores de lo previsto debido a una amplia combinación de factores de estrés inducidos por el cambio climático", apunta la autora principal Renee Setter, estudiante de doctorado de la Universidad de Hawaii.
"También fue esclarecedor descubrir que los corales se enfrentarían a múltiples factores de estrés, lo que supone un obstáculo y un reto aún mayor que habría que superar para aumentar las posibilidades de supervivencia", añade.
Setter y sus colegas descubrieron que, en un escenario sin cambios, 2050 es el año medio en el que se prevé que las condiciones ambientales se vuelvan inadecuadas para los arrecifes de coral del mundo si se considera un solo factor de estrés. Cuando se consideran múltiples factores de estrés, la fecha desciende a 2035.
Además, se prevé que para 2055 la mayoría de los arrecifes de coral del mundo (el 99%) se enfrentarán a condiciones inadecuadas en función de al menos uno de los cinco factores de estrés estudiados. Para 2100, se estima que el 93% de los arrecifes del mundo se verán amenazados por dos o más de los factores de estrés identificados por los investigadores.
"Sabemos que los corales son vulnerables al aumento de las temperaturas de la superficie del mar y a las olas de calor marinas debidas al cambio climático, pero es importante incluir el impacto antropogénico completo y los numerosos factores de estrés a los que están expuestos los arrecifes de coral para tener una mejor idea de los riesgos globales para estos ecosistemas", añade el coautor Erik Franklin, profesor de investigación asociado de la Universidad de Hawaii--. Esto tiene grandes implicaciones para nuestros arrecifes locales de Hawái, que son clave para la biodiversidad, la cultura, la pesca y el turismo locales".
El equipo de investigación se prepara ahora para entrar en la siguiente fase de su trabajo. Analizarán más detenidamente cómo se prevé que el cambio climático afecte a las distintas especies de coral. Al identificar qué especies tienen más probabilidades de sobrevivir a las condiciones inadecuadas y cuáles pueden ser más vulnerables, el equipo espera comprender mejor qué especies pueden estar más expuestas a futuros factores de estrés.