CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Unas 500 mujeres indígenas de 11 países del continente americano se reunieron durante tres días en Guatemala para coordinar acciones contra el racismo, la discriminación y la violencia.
Reunidas alrededor de una fogata, un grupo de las participantes hizo una ceremonia maya, con incienso, velas, granos de maíz, pidiendo sabiduría, unidad y protección del cielo y la tierra para tener los mejores resultados en la Cumbre Internacional de Mujeres Indígenas de Abya Yala.
Leticia Pérez Ramírez, una contadora del tiempo o guía espiritual maya Mam, dijo que buscan conectarse con la naturaleza para encontrar caminos y sanar a quien lo necesite.
“El fuego de ayer (lunes) fue para las abuelas, las que han vivido violencia, las de Sepur Zarco, las abuelas Achí, las abuelas Ixil (ancianas que han denunciado haber sido víctimas de violencia sexual y otras violencias durante la guerra en Guatemala —1960-1996—)”, señaló Pérez Ramírez.
Yira Fernández, del pueblo originario Guna de Panamá, explicó a The Associated Press que participa en el encuentro porque es importante pelear por los derechos de las mujeres, especialmente las indígenas a quienes se les niegan todos sus derechos.
Vistiendo su traje indígena, Fernández dijo que las mujeres son transmisoras de cultura, costumbres y tradiciones de los pueblos originarios.
“Es hora de que las mujeres indígenas estemos en puestos públicos (como alcaldías o diputaciones) para tomar decisiones", que ayuden a las mujeres indígenas, señaló Fernández.
Agregó que los pueblos originarios deben adaptarse a las nuevas tecnologías y hacer uso de ellas para visibilizar sus derechos.
Rosalina Tuyuc, del pueblo maya Kaqchikel, una de las coordinadoras del evento, señaló que en las plenarias de su reunión tratan sobre cómo el racismo afecta sus vidas. Uno de los principales problemas que han enfrentado las mujeres indígenas, explica Tuyuc, ha sido la discriminación por parte del Estado.
“Quizá en mayor cantidad se sufre dentro de las instituciones del Estado" cuando las mujeres van en búsqueda de servicios de salud, educación y acceso a la justicia, estimó Tuyuc.
Según la activista, ese “racismo” es lo que también lleva al Estado a accionar contra los territorios donde habitan los pueblos indígenas, sobre todo, cuando defienden sus tierras y el medio ambiente.
Tuyuc también recordó que los pueblos indígenas es de donde miles de migrantes salen cada año de sus países buscando el norte. “Ya no sólo se van los hombres, ahora también lo hacen las mujeres y sus hijos”, explicó.
Lourdes Huanca, presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú, manifestó en la plenaria que lo que pedían era respeto. “No somos ‘pobrecitos’, queremos que se nos respete”, dijo en referencia a una forma peyorativa de llamarle a los indígenas.
Huanca explicó que una de las razones de estos encuentros es el empoderamiento de las mujeres.
“Aquí hemos venido a hablar de economía, cultura, costumbres”, subrayó.
La actividad concluye el martes y las participantes esperan acordar acciones a nivel continental contra el racismo y la discriminación.