WASHINGTON (AP) — La Casa Blanca presentó el miércoles una estrategia de seguridad nacional dirigida a una China en ascenso y una Rusia más autoritaria, al tiempo que resalta que las inversiones internas son clave para ayudar a Estados Unidos a competir en la crítica década que comienza.
La primera estrategia de seguridad nacional del gobierno de Joe Biden, un documento requerido por ley, recalca la necesidad de una política exterior que equilibre los intereses de los aliados globales con los de la clase media estadounidense.
“Nosotros entendemos que, si Estados Unidos va a tener éxito en el exterior, debemos invertir en nuestra innovación y nuestra fuerza industrial y construir nuestra resiliencia en el país”, afirma el documento. “Igualmente, para avanzar una prosperidad compartida nacionalmente y proteger los derechos de todos los estadounidenses, debemos ser activos en la formación de un orden internacional que corresponda con nuestros intereses y valores”.
En pinceladas generales, la estrategia esboza un “momento decisivo” para la seguridad nacional, en momentos en que el presidente Biden enfrenta un mundo que puede decirse que es más complicado que el que existía cuando asumió la presidencia hace 21 meses en medio de la peor pandemia global en un siglo.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca dijo que los responsables de formular políticas deben “evitar la tentación de ver el mundo solamente a través del lente de la competencia e involucrar a otros países en sus propios términos”.
Biden llegó a la presidencia promoviendo una “política exterior para la clase media” que buscara un mayor énfasis en China como creciente rival económico y militar, revitalizar las alianzas que se descuidaron durante el gobierno de Donald Trump y proteger los derechos humanos, todo ello manteniendo los intereses de Estados Unidos.
Funcionarios del gobierno dicen que en la visión de política exterior de Biden, el foco en los intereses estadounidenses sigue siendo central, pero el nuevo documento de estrategia refleja también la larga lista de crisis que ha dejado al mundo enfrentando desafíos compartidos, entre ellos el cambio climático, la inseguridad alimentaria, las enfermedades transmisibles y la inflación.
“Hemos roto la línea divisoria entre política exterior y política nacional para hacer inversiones de mayor alcance aquí en el país, en nuestra base industrial y de innovación, que aumentarán nuestra competitividad y nos colocarán en mejor posición para responder a todo, desde el clima hasta la salud global, la seguridad alimentaria y la energía”, expresó el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan.