MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El jurado, formado por de siete hombres y cinco mujeres, ha decidido así que el joven de 24 años --que se declaró culpable por la matanza en esta localidad que se encuentra ubicada al noroeste de Fort Lauderdale, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Miami-- pase el resto de su vida en la cárcel, tal y como solicitaba su defensa.
Para llegar a esa decisión, cada miembro del jurado tuvo que votar 17 veces, una por cada víctima. Así, encontraron de forma unánime que los factores agravantes eran suficientes para justificar una posible sentencia de muerte. Sin embargo, el jurado encontró que los factores atenuantes superaron a los factores agravantes.
En la víspera, el fiscal principal del caso, Mike Satz, pidió la sentencia de muerte contra Cruz, argumentando que "persiguió a sus víctimas" durante siete minutos, disparando a quemarropa y regresando hacia el lugar en el que se encontraban algunos cuerpos para terminar con sus vidas "mientras yacían indefensas".
Por su parte, la abogada defensora, Melisa McNeill, en su alegato final, defendió que Cruz "es una persona con daño cerebral, quebrantada y mentalmente enferma, sin culpa propia", ya que se vio afectado, "envenenado" según sus palabras, porque su madre consumió drogas y bebió alcohol cuando estaba embarazada de él.
Cruz, antiguo estudiante del instituto en el que llevó a cabo el tiroteo con un fusil de asalto automático que también hirió a 15 personas, ha sido descrito por sus compañeros de clase como un inadaptado social y un alborotador que estaba fascinado con las armas de fuego.