MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, ha cuestionado la veracidad de un informe en el que se detallas como las autoridades fronterizas del país báltico detienen y deportan arbitrariamente, previas torturas y malos tratos a personas que llegan desde países como Irak o Siria buscando refugio.
Sin embargo, Rinkevics ha remarcado que "Letonia rechaza estas falsas acusaciones" y que el informe no es más que una muestra de "la completa degradación de una organización de Derechos Humanos que alguna vez fue respetada".
"Hace ya algún tiempo que Amnistía ha perdido credibilidad", es lo que ha escrito en Twitter el encargado de la diplomacia letona sobre esta ONG, que en su informe 'Letonia: Vuelve a casa o nunca dejes el bosque' relata cómo migrantes de todas las edades son detenidos en zonas boscosas a lo largo de la frontera y enviados de manera violenta e ilegal de vuelta a Bielorrusia.
"Letonia ha dado un cruel ultimátum a las personas refugiadas y migrantes, o aceptan regresar 'voluntariamente' a su país o se quedan atrapadas en la frontera con riesgo de ser detenidas, devueltas de manera ilegal y torturadas", unas prácticas que pueden desencadenar incluso desapariciones forzadas, ha denunciado directora de AI ante las instituciones europeas, Eve Geddie.
"Las autoridades letonas han dejado a hombres, mujeres y niños a su suerte a temperaturas glaciales, a menudo abandonados en los bosques o confinados en tiendas. Han devuelto a estas personas de forma violenta a Bielorrusia, donde no tienen ninguna posibilidad de solicitar protección", ha relatado.
"Esto no tiene nada que ver con la protección de las fronteras y son violaciones manifiestas del derecho internacional y de la Unión Europea", ha enfatizado Geddie en la presentación de un informe basado en las entrevistas realizadas a muchas de estas personas que intentan cruzar al otro lado.
A su vez, Geddie ha explicado que no solo se trata de Letonia, sino que esta situación se produce también en las fronteras de Lituania y Polonia. Estos tres países "siguen cometiendo abusos muy graves con el pretexto de que están sufriendo un 'ataque híbrido' por parte de Bielorrusia.
Por su parte, Letonia al igual que el resto de países de la Unión Europea que comparten frontera con Bielorrusia han acusado a Minsk de estar trasladando de manera deliberada a todas estas personas para generar una crisis migratoria en respuesta a las sanciones impuestas por Bruselas por los resultados de las últimas presidenciales en las que volvió a imponerse con rotundidad Alexander Lukashenko.
Ante ello, Letonia impuso el 10 de agosto de 2021 un estado de excepción en la frontera que ha ido prolongando desde entonces, a pesar de que ellos mismos han reconocido que el flujo de personas ha descendido en gran medida. La medida, denuncia Amnistía, es utilizada por las autoridades para eludir las leyes de asilo y "deportar sumariamente a la fuerza a estas personas a Bielorrusia".