BOGOTÁ (AP) — Las autoridades capturaron en la capital colombiana a 19 presuntos integrantes del Tren de Aragua, una organización criminal trasnacional originada en Venezuela y que la policía señala como responsable de varios homicidios y de la venta de droga en Bogotá.
Entre los capturados hay 14 venezolanos y cinco colombianos, uno de ellos es un policía que habría alertado a la banda de las actuaciones investigativas a cambio de dádivas de hasta 437 dólares semanales, señalaron las autoridades colombianas en declaraciones a la prensa.
La presencia del Tren de Aragua en Bogotá empezó a sonar con fuerza este año por la aparición de al menos 19 cadáveres en bolsas plásticas abandonados, algunos desmembrados.
Según la policía colombiana, los integrantes del Tren de Aragua en Bogotá responden a su cabecilla Héctor Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, actualmente preso en la cárcel Tocorón, en el estado venezolano de Aragua. En la reciente operación fueron capturados dos presuntos enlaces de “Niño Guerrero” en Bogotá.
Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, ha rechazado los señalamientos de que la operación del Tren de Aragua se coordine desde su país. “Dan pena diciendo que la violencia de Colombia viene de Venezuela”, señaló en su programa de televisión hace un mes.
El Tren de Aragua no es la única organización detrás del narcotráfico en Bogotá. La alcaldía tiene identificadas nueve bandas criminales y algunas de ellas se enfrentan entre sí por el control de la economía ilícita. La banda “Los Maracuchos” estarían presuntamente involucrados en algunos asesinatos selectivos de cuerpos encontrados en bolsas, y los “Los Chontaduro”, dedicados al microtráfico.
La Fiscalía colombiana les imputará a los 19 capturados los delitos de homicidio, tráfico de armas, tráfico de estupefacientes, extorsión y cohecho, según su nivel de participación.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, resaltó que con la captura del policía presuntamente colaborador de la banda delincuencial se da un mensaje claro de “cero tolerancia con la corrupción”.