MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La violencia sexual se ha convertido en un arma más para estos grupos, como lo acreditan las más de 90 entrevistas realizadas entre enero y julio por un equipo conjunto del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la oficina de Naciones Unidas en Haití.
La Alta Comisionada en funciones, Nada al Nashig, ha advertido de que lo "horribles testimonios" de las víctimas demuestran que es necesaria una acción "urgente" para "detener este comportamiento depravado, garantizar que los responsables rinden cuentas y que las víctimas reciben apoyo".
Los expertos denuncian violaciones de niño de apenas diez años y de personas ancianas, así como violaciones en grupo durante horas o en presencia de hijos o padres.
"Convertidas en objetos sexuales, las mujeres, las niñas y, en ocasiones, los hombres, también son obligadas a convertirse en parejas de elementos armados en feudos de las bandas. Rechazar las demandas sexuales puede conllevar represalias, entre ellas asesinatos y ataques incendiarios", reza el comunicado que acompaña al informe
Todo ello en un ambiente de total impunidad, en la medida en que estos grupos siguen controlando 'de facto' territorios y limitando incluso el tráfico en carretera, lo que conlleva también problemas de suministros básicos. La bandas controlan ya el 60 por ciento de la región metropolitana de Puerto Príncipe.