Amou Haji, de origen iraní, falleció a los 94 años el pasado domingo en la aldea Dejgah, ubicada al sur de Irán.
Haji, quién paso más de medio siglo de su vida alejado de la sociedad y sin bañarse, aseguraba que la limpieza sólo atraía enfermedades.
Su decisión de vivir en esas condiciones fue a sus 20 años después de atravesar una crisis existencial, volviéndolo una persona ermitaña con hábitos fuera de lo común; su dieta se basaba en carne podrida de animales muertos que se encontraba en la calle y cuando no tenía tabaco, este fumaba excremento de aves en una pipa.
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Lo sorprendente fue que aún viviendo en estas condiciones era una persona completamente sana, hasta que después de 60 años “por primera vez hace unos meses, los aldeanos lo llevaron a un baño para lavarse” así lo comentó un funcionario local a algunos medios iraníes.
Tras romper el récord de la persona con mayor tiempo sin tomar un baño, en el 2013 se realizó un breve documental sobre este personaje titulado ‘La extraña vida de Amou Haji’.