MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Cuando las estrellas más masivas llegan al final de su vida, a menudo se apagan con un estallido, en una explosión llamada supernova. Estas explosiones provocan ondas de choque que se desplazan por el gas circundante, comprimiéndolo y creando intrincadas estructuras en forma de hilo. La energía liberada calienta los zarcillos gaseosos, haciéndolos brillar, como se ve en esta imagen.
Esta imagen de 554 millones de píxeles ofrece una vista extremadamente detallada del remanente de supernova Vela, llamado así por la constelación austral Vela (Las Velas). En esta imagen caben nueve lunas llenas, y la nube completa es aún mayor. A sólo 800 años luz de la Tierra, este espectacular remanente de supernova es uno de los más cercanos que se conocen.
Al explotar, las capas más externas de la estrella progenitora fueron expulsadas al gas circundante, produciendo los espectaculares filamentos que se observan en la nueva imagen. Lo que queda de la estrella es una bola ultradensa en la que los protones y los electrones son forzados a unirse en neutrones: una estrella de neutrones.
La estrella de neutrones del remanente de Vela, situada ligeramente fuera de esta imagen, en la parte superior izquierda, resulta ser un púlsar que gira sobre su propio eje a la increíble velocidad de más de 10 veces por segundo.
Esta imagen es un mosaico de observaciones realizadas con la cámara de campo amplio OmegaCAM en el VLT Survey Telescope (VST). La cámara de 268 millones de píxeles puede tomar imágenes a través de varios filtros que dejan pasar la luz de diferentes colores. En esta imagen particular del remanente de Vela, se utilizaron cuatro filtros diferentes, representados aquí por una combinación de magenta, azul, verde y rojo.
El VST es propiedad del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, el INAF, y con su espejo de 2,6 metros es uno de los mayores telescopios dedicados a la observación del cielo nocturno en luz visible. Esta imagen es un ejemplo de un estudio de este tipo: el VST Photometric H alfa Survey of the Southern Galactic Plane and Bulge (VPHAS+). Durante más de siete años, este sondeo ha cartografiado una parte considerable de nuestra galaxia, lo que ha permitido a los astrónomos comprender mejor cómo se forman, evolucionan y acaban muriendo las estrellas.