MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
"Entramos en la campaña con la promesa de formar una coalición amplia. Parece que los daneses han respaldado eso y espero que podamos hacerlo", ha dicho este miércoles Frederiksen a los periodistas, informa el diario danés 'Jyllands-Posten'.
Frederiksen y sus socios del 'bloque rojo' han logrado en el último momento asegurarse la mayoría en unas emocionantes elecciones gracias a los resultados que llegaron desde los territorios del Atlántico Norte de Groenlandia e Islas Feroe, dejando así en nada los primeros sondeos que cuestionaban que lo lograrían.
La oposición formada por los partidos de la derecha han sumado un total de 73 diputados, mientras que el recién creado partido Moderados ha logrado 16 escaños en sus primeras elecciones apenas cinco meses después de que empezara a funcionar. La participación ha llegado al 84,1 por ciento, la más baja desde 1990.
La portavoz de la Alianza Rojo-Verde, Mai Villadsen, ha pedido a la primera ministra Frederiksen que no se salga del 'bloque rojo' en su búsqueda de formar un nuevo gobierno, después de que haya dejado entrever un nuevo ejecutivo más tirado hacia el centro.
"Hay que subir la temperatura en las próximas negociaciones, porque van a ser realmente decisivas para nuestro país", ha dicho Villadsen, quien ha reconocido que será difícil encontrar puntos en común entre su partido y Moderados.
Durante las primeras horas del recuento de votos Frederiksen parecía haber perdido la mayoría, lo que la habría obligado a sentarse en la mesa de negociación con el exprimer ministro y fundador de Moderados, Lars Lokke Rasmussen, con quien habló antes de las elecciones de una gran coalición que abarca todo el espectro político como no se ha visto en Dinamarca en más de cuatro décadas.
Esa gran coalición no solo tiene enemigos entre las fuerzas de la izquierda, sino también entre la oposición más conservadora. El líder de los liberales, Jakob Ellemann-Jensen, ya ha descartado tal asociación.
Este martes han tenido lugar en Dinamarca elecciones generales anticipadas después de que el Partido Social Liberal --socio de gobierno de los socialdemócratas-- forzase a Frederiksen a adelantar la votación a cambio de no presentar una moción de censura.
La gestión económica del país en un momento convulso para el conjunto de Europa por la guerra en Ucrania, sumado a un informe contrario a la gestión del Gobierno de la crisis de los visones, sacrificados por una mutación del coronavirus, fueron los principales argumentos para las presiones de los socios de gobierno.
Frederiksen finalmente accedió a comienzos de octubre a convocar elecciones ocho meses antes de que expirase la actual legislatura, en la que, tras los comicios de 2019, los socialdemócratas alcanzaron el gobierno con el apoyo del Partido Social Liberal y otras fuerzas progresistas como Izquierda Verde y la Alianza Rojo-Verde.