WASHINGTON (AP) — El fundador de la milicia ultraderechista Oath Keepers, Stewart Rhodes, inició el viernes su declaración en el juicio donde es acusado de conspiración sediciosa, en respuesta a las denuncias de que su grupo planeaba una rebelión armada para impedir la transferencia del poder presidencial en Estados Unidos.
Rhodes le dijo al jurado que él sólo es un estadounidense patriótico, después de varias semanas en las que los fiscales expusieron pruebas y argumentos contra él y otros cuatro acusados de una conspiración violenta para impedir el ingreso del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca.
Rhodes trató de presentar a los Oath Keepers como un grupo pacífico y disciplinado. Cuando se le preguntó si creía que las elecciones de 2020 fueron manipuladas para robarle la victoria al republicano Donald Trump, Rhodes describió falsamente la victoria de Biden como “inconstitucional” e “inválida”.
“Realmente no se puede tener un ganador de una elección inconstitucional”, aseguró Rhodes.
Vestido con traje oscuro y corbata, Rhodes miró de frente al jurado al describir su experiencia militar y explicar su decisión de fundar en 2009 Oath Keepers (literalmente, “Cumplidores del juramento”). Rhodes, cuyo período como paracaidista militar se vio interrumpido por un accidente en el entrenamiento, se describió como un patriota.
“¿Ama usted a su país?”, le preguntó su abogado. “Absolutamente”, respondió.
Los abogados de Rhodes han dicho que presentarán una defensa novedosa centrada en el presidente Donald Trump. Se anticipa que el argumento será que en sus acciones que culminaron el 6 de enero de 2021 se anticiparon a las órdenes que él esperaba recibir del republicano Trump, las que nunca llegaron.
Rhodes corre riesgos enormes al declarar, ya que en el contrainterrogatorio se prevé que los fiscales tratarán de alterarlo o pescarlo en alguna mentira.
El juicio significa la mayor prueba hasta ahora de los esfuerzos del Departamento de Justicia para que rindan cuentas los responsables del ataque al Capitolio, un asalto violento que cuestionó los cimientos de la democracia estadounidense.
Los fiscales dicen que Rhodes movilizó durante semanas a su banda de extremistas, acumuló armas y se preparó para la violencia con el objetivo de impedir que Biden asumiera la presidencia después de la elección de 2020. Esa conspiración alcanzó su punto culminante el 6 de enero, afirman los fiscales, cuando los Oath Keepers con uniforme de combate tomaron por asalto el Capitolio junto con cientos de partidarios de Trump para impedir la certificación de la victoria electoral de Biden.
Rhodes, de Granbury, Texas y los demás acusados son las primeras personas arrestadas por el ataque a las que se juzga por conspiración sediciosa, una acusación que se remonta a la época de la Guerra Civil, que conlleva una pena de hasta 20 años de prisión y resulta difícil de demostrar.
Los otros acusados son Kelly Meggs y Kenneth Harrelson, ambos de los Oath Keepers de Florida; Thomas Caldwell, un oficial de inteligencia naval retirado; y Jessica Watkins, dirigente de la milicia en Ohio.
Los abogados defensores de Rhodes han dicho que se enfocarán en la convicción de Rhodes de que Trump invocaría la ley de insurrección para convocar una milicia y derrotar un golpe de Estado organizado por los demócratas.
Durante las semanas previas al 6 de enero, Rhodes pidió reiteradamente a Trump que invocara la ley de insurrección, pero el entonces presidente saliente no lo hizo. Sus abogados dicen que no se lo puede hallar culpable de conspiración sediciosa porque él sólo cabildeaba para que Trump invocara la ley, que le da al presidente amplios poderes para decidir que la fuerza militar es necesaria y definir qué constituye una fuerza militar.