MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La Unión Africana (UA) ha indicado en un comunicado que la reunión "es consistente con el artículo 6d del recientemente firmado acuerdo de cese de hostilidades entre el Gobierno de Etiopía y el TPLF, en el que las partes acordaron organizar un encuentro entre altos comandantes en un plazo de cinco días desde la firma del acuerdo para discutir los trabajos detallados en las modalidades de aplicación, incluidos asuntos de desarme, teniendo en cuenta la situación de seguridad sobre el terreno".
"La reunión debe derivar también en una 'hoja de ruta' para el acceso humanitario inmediato y la restauración de servicios en la región de Tigray", ha señalado, antes de hacer hincapié en que "esto supone avanzar sobre el establecimiento de una línea directa entre las partes en el plazo de 24 horas desde la firma del acuerdo para facilitar las comunicaciones entre altos comandantes de ambas partes".
Así, el bloque ha felicitado a las partes por estas medidas de "construcción de confianza" y "su continuado compromiso con la aplicación del acuerdo de cese de hostilidades, como parte de los esfuerzos generales para poner fin al conflicto y dar una oportunidad a la paz". "Los resultados esperados incluyen modalidades para silenciar las armas, acceso humanitario y restauración de los servicios en la región de Tigray", ha reiterado.
La reunión está siendo facilitada por el Alto Representante de la UA para el Cuerno de África, el expresidente nigeriano Olusegun Obasanjo, así como los miembros del Alto Panel de la Unión Africana para Etiopía, el expresidente de Kenia Uhuru Kenyatta y la exvicepresidenta de Sudáfrica Phumzile Mlambo-Ngcuka.
Redwan Hussein, asesor para Seguridad Nacional del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, aplaudió el sábado el papel de la UA en las conversaciones que desembocaron en el acuerdo para el cese de hostilidades y destacó que los trabajos deben derivar en un alto el fuego permanente, un desarme del TPLF y la creación de una administración de transición en Tigray que permita la restauración de los servicios básicos, según la cadena de televisión etíope Fana.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno de Abiy ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.