MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Así lo ha reconocido al diario 'O Globo' un interlocutor de Lula, que justifica el temor del equipo del próximo mandatario en la afinidad mostrada entre el propio Bolsonaro y el sector más conservador de la Policía Federal a lo largo de los últimos cuatro años.
Asimismo, Bolsonaro nunca negó su intención de colocar a personas afines con su ideología y postulados en algunos de los puestos más destacados de las autoridades de seguridad y justicia. De hecho, el Tribunal Supremo llegó a rechazar el nombramiento de Alexandre Ramagem al frente de la Dirección General de Policía por su excesiva proximidad con la familia del presidente.
Por tanto, el equipo de Lula se ha podido llegar a plantear inspeccionar a fondo los ordenadores para comprobar si el presidente saliente llegó en algún momento a utilizar la institución de la Policía como una suerte de "servicio de inteligencia privado".
Aunque el presidente electo todavía no se ha pronunciado sobre quién será el director general de la Policía, medios de comunicación brasileños apuntan a que el principal candidato podría ser Andrei Passos, quien fuera jefe de seguridad de la formación política de Lula, el Partido de los Trabajadores, durante la campaña electoral.