MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Los ministerios de Exteriores armenio y azerí han publicado un comunicado conjunto en el que han resaltado que los titulares de sendas carteras, Ararat Mirzoián y Jeyhun Bayramov, respectivamente, han dado las gracias a Estados Unidos "por acoger las conversaciones de paz".
"Los ministros han compartido sus opiniones sobre los elementos de un posible tratado de paz y han reconocido que hay un abanico de asuntos que aún deben ser abordados", han dicho, antes de destacar que "ambas partes han reiterado los compromisos asumidos por los líderes de Armenia y Azerbaiyán en sus reuniones del 6 de octubre en Praga y del 31 de octubre en Sochi".
Antes de acoger el encuentro, Blinken había apuntado a unas discusiones "muy productivas" desde la Asamblea General de Naciones Unidas y ha mostrado el "compromiso" de Washington en este proceso. "El diálogo directo es la mejor vía para lograr una paz realmente duradera, y nos satisface mucho apoyar esto", ha dicho.
"Estados Unidos apoya firmemente la soberanía e integridad territorial de Armenia y Azerbaiyán y la restauración de la independencia en 1991 fue un momento vital a la hora de garantizar los derechos de ambos países, derechos que apoyamos firmemente", ha explicado.
Asimismo, ha reconocido que "Los más de 30 años de conflicto en torno a Nagorno Karabaj han tenido un coste tremendo a nivel humano y material" y ha reconocido que "las cicatrices son profundas". "Lo que estamos viendo ahora son pasos reales y valientes de ambos países para dejar atrás el pasado y trabajar hacia una paz duradera", ha argüido.
"Ambos países están trabajando a tal fin y para lograr un futuro más brillante para el Cáucaso Sur, un futuro de paz, de países en paz, de países trabajando juntos para un futuro mejor", ha señalado Blinken, que ha reiterado que Estados Unidos "está comprometido a hacer todo lo posible para apoyar estos esfuerzos".
Armenia y Azerbaiyán pactaron un alto el fuego el 15 de septiembre y a principios de octubre acordaron comprometerse con la Carta de la ONU y con la Declaración de Alma Ata de 1991, a través de la cual ambos países reconocen la integridad territorial y la soberanía del otro. Tras ello, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, subrayó ante el Parlamento que espera que se firme el tratado de paz con Azerbaiyán antes de finalizar el año.
Los dos países han protagonizado diversos enfrentamientos durante los últimos años en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética.
