La muerte de un menor durante una clase de natación en el Colegio Williams, plantel San Jerónimo, cimbró a la Ciudad de México (CDMX) y exhibió la falta de cumplimiento de los lineamientos técnicos que deben seguir los establecimientos que cuentan con albercas.
Abner Leonardo, de seis años de edad, perdió la vida el lunes pasado en las instalaciones del centro educativo privado que se ubica en la alcaldía Magdalena Contreras. Ante la operación normal del Colegio después de la muerte del menor, padres de familia se manifestaron este martes acusando negligencia en el caso.
Mientras autoridades de la escuela refirieron que Abner se había desmayado y caído a la alberca, compañeros del alumno aseguraron que el menor estaba sumergido en el fondo porque no había ningún adulto supervisando a los 20 niños del grupo.
De acuerdo con declaraciones de la tía de Abner, fue una compañera quien se dio cuenta de lo sucedido y pidió auxilio, por lo que una maestra trató de reanimarlo sin tener éxito. Lo trasladaron a un hospital infantil público, pero llegó sin signos vitales, dijo.
Según el reporte del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, la causa de muerte del niño fue asfixia por sumersión. La Fiscalía General de Justicia capitalina inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio culposo por otras causas. En tanto, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, ofreció su apoyo a la familia de la víctima y aseguró que se llegará al fondo para conocer la verdad.
Incumplimiento y regulación endeble
La seguridad en albercas públicas y privadas de esta entidad se regula a través de los ‘Lineamientos técnicos sanitarios para establecimientos que manejan agua de contacto con fines recreativos, deportivos, de rehabilitación, enseñanza y relajación en la Ciudad de México’, publicados en la Gaceta Oficial por la Agencia de Protección Sanitaria el 12 de noviembre de 2018.
Aunque en el documento se instruyen las disposiciones que deben acatar los establecimientos con albercas en términos de seguridad, estas son muy generalizadas. Por ejemplo, señalan que ‘debe haber personal capacitado y certificado en el rescate acuático’; sin embargo, no especifica el número de socorristas que debiera haber por cada ciertos metros cuadrados, ni las características que tienen que cumplir para ser contratados o las funciones a desempeñar.
En otros lugares, como Mexicali, en Baja California o Solidaridad, en Quintana Roo, tienen reglamentos de seguridad, rescate y salvamento acuático que especifica todos los puntos anteriores.
“Toda alberca con una superficie menor de 375 metros cuadrados debe ser cuidada por un guardavidas como mínimo”
— - se lee en el reglamento de Mexicali, por ejemplo.
La Ciudad de México no cuenta con un reglamento de este tipo que coadyuve en la seguridad de las albercas tanto públicas como privadas.
‘Foco’ en albercas públicas y privadas
Ante el caso de Abner Leonardo, el diputado local panista Federico Döring señaló en entrevista con este diario que es responsabilidad de las autoridades no dejar en la impunidad la muerte del menor y esclarecer lo que sucedió. Asimismo, enfatizó que deben revisarse los lineamientos en los establecimientos que cuenten con albercas y si es necesario legislar al respecto para evitar lamentables fallecimientos como el del menor.
TRES PREGUNTAS A…
Manuel Juárez, guardavidas en el Deportivo Plan Sexenal
- ¿Está regulada la contratación de guardavidas en CDMX?
Hay lineamientos que deben de cumplirse, sin embargo hay instituciones que omiten la contratación de un profesional de rescate por ahorrarse la nómina, lo ven con un gasto innecesario porque argumentan que está parado muchas horas y no se ve reflejada su labor pero en casos como estos, los del alumno, se demuestra que son necesarios. También es de suma importancia la capacitación de primeros auxilios para atender rápidamente una emergencia, la acción tiene que ser inmediata.
- ¿Cuáles son las características que debe tener el personal de rescate acuático?
Nuestra función es resguardar la integridad de las personas tanto en el espacio acuático como en la periferia. Debemos estar capacitados y también somos instructores de natación. Tenemos que tener la certificación de guardavidas, primeros auxilios, rescate acuático y naturalmente tener las habilidades de cualquier nadador para poder prestar el servicio. El problema en algunos casos es que hay instituciones que no obligan a sus empleados a certificarse constantemente o que tomen cursos para actualizarse.
- ¿Qué debería hacerse para evitar casos como el de Abner?
Las instituciones invertir en la contratación de rescatistas acuáticos y en general sean o no profesionales, guardavidas, capacitarse en primeros auxilios y que activen protocolos de emergencia para todas las situaciones. Es de suma importancia que todos también tomen cursos de reanimación, todos tenemos familiares, amigos, en cualquier momento lo requerimos. Hace falta esta cultura para que todo mundo sepa qué hacer en una situación así, es importante que se difunda esto, que se entienda que debemos tener este conocimiento general y así podemos todos salvar vidas.
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