Una huelga de los trabajadores del metro de París paralizó la mitad de las líneas en la capital francesa este jueves, en una jornada nacional de paros y protestas de los maquinistas y otros trabajadores del sector público, que exigen que el gobierno y las empresas suban los salarios de acuerdo con la inflación.
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Ante la previsión de problemas en la hora punta matinal, muchos parisinos fueron al trabajo en bicicleta o caminando. Otros tomaron los buses que se ofrecían como alternativa o rememoraron los confinamientos pandémicos y trabajaron desde casa.
Más tarde en el día se celebrarán protestas en París y en otras ciudades francesas, ante el creciente descontento de la fuerza laboral en toda Europa.
En Francia, los paros se suman a las múltiples acciones sindicales de los últimos meses en las que los trabajadores reclamaron aumentos salariales para hacer frente el encarecimiento del costo de la vida.
El mes pasado, una huelga de operarios de refinerías causó escasez de combustible en todo el país, lo que perturbó la vida cotidiana y los negocios. Por su parte, el gobierno intervino para obligarles a regresar a sus puestos.
Europa registró protestas y huelgas en los últimos meses debido al repunte de la inflación. Enfermeras, pilotos, trabajadores de correos, personal ferroviario y otros dejaron sus puestos para reclamar salarios que se ajusten a la inflación luego de que la guerra de Rusia en Ucrania haya disparado el precio de la energía y los alimentos.
Las huelgas por el encarecimiento de la vida y el aumento del precio de la energía paralizaron el tráfico en gran parte de Bélgica y cerraron los servicios públicos en Grecia este miércoles pasado.
