MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Concretamente, el director de GoFit Lab y catedrático de Salud de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Alfonso Jiménez, ha destacado la reducción del gasto sanitario en función de los días de actividad física que desarrolle la población. Según este experto, "una persona que sea activa cinco días a la semana cuesta un 23 por ciento menos al sistema público de salud; por el contrario, una persona sedentaria aumenta el gasto en un 26 por ciento". Por ello, ha aclarado que, si se cambia el comportamiento inactivo, sería posible reducir en casi un 50 por ciento el gasto sanitario por inactividad física.
Como apunta Javier Butragueño, coordinador del grupo de trabajo de Ejercicio de la SEEDO, "los datos muestran que el progreso es lento y que los países deben acelerar el desarrollo y la implementación de políticas para aumentar los niveles de actividad física y, de esa forma, prevenir enfermedades y reducir la carga en los sistemas de atención médica". En España, según el último Eurobarómetro de actividad física, el 50 por ciento de la población no realiza las recomendaciones de ejercicio, "lo que lleva a una situación de riesgo en salud y un impacto económico de 1.560 millones de euros", según el profesor Alfonso Jiménez.
DIFICULTADES Y OPORTUNIDADES
También durante estas jornadas se ha evidenciado que uno de los grandes obstáculos para incentivar la actividad física es el estatus socioeconómico de las familias. En este sentido, Clara Homs, coordinadora de proyectos de la Gasol Foundation, ha comentado que "las personas más desfavorecidas económicamente son las que tienen menos acceso a la práctica deportiva y se enfrentan a mayores dificultades para adoptar un comportamiento activo", lo que se asocia con un mayor peso corporal y un riesgo aumentado de desarrollar enfermedades asociadas a la obesidad.
Según Butragueño, "es positivo económicamente, y también para garantizar la sostenibilidad de la sanidad pública, promover más actividad física en toda la población y, en concreto, en las personas con obesidad". Para el coordinador del grupo de trabajo de Ejercicio de la SEEDO, "independientemente de la pérdida de peso, se ha visto que el ejercicio es capaz de remodelar el tejido adiposo, mejorando su estructura y su capacidad para generar un equilibrio en todo el cuerpo".
Tanto el entrenamiento de moderada intensidad, alta intensidad y el entrenamiento de fuerza supervisado disminuyen los procesos inflamatorios, la lipotoxicidad y la glucotoxicidad, que puede generarse en personas sedentarias, con baja condición física y con un exceso de grasa elevado. Por ese motivo, informa Butragueño, "a partir de 2023 SEEDO va a crear un sello acreditativo para unidades de ejercicio con especialidad en entrenamiento y obesidad".
Durante las jornadas, también se ha presentado 'Biostrength' de Technogym, un sistema patentado que utiliza una novedosa tecnología aeroespacial basada en la inteligencia artificial para garantizar la máxima activación neuromuscular, así como la correcta configuración y ejecución de los ejercicios. "Se trata de una herramienta muy interesante para incorporar en las fases iniciales del ejercicio en personas con obesidad y que muestra la importancia que tienen las tecnologías en la salud de la población", concluye Butragueño.