MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Pakistán ha subrayado este lunes que el ex primer ministro Imran Jan tendrá que responder por su cambio de opinión respecto a sus acusaciones sobre una "conspiración" encabezada por Estados Unidos detrás de la moción de censura que le sacó del poder, después de que dijera en una entrevista que ya no "culpa" a Washington.
Jan sostuvo en una entrevista al diario 'Financial Times' que ya no "culpa" a la Administración estadounidense de la moción de censura, tras meses acusando a Estados Unidos de su salida del poder, y recalcó que quiere una relación "digna" entre Washington e Islamabad.
En respuesta, la ministra de Información de Pakistán, Marriyum Aurangzeb, ha resaltado que Jan "tendrá que dar una respuesta por una narrativa a partir de la cual se difundieron mentiras y caos en el país". "Supone una interrogación para todos los que creyeron en lo que dijo Imran", ha sostenido.
Aurangzeb ha acusado al ex primer ministro de "jugar con los intereses nacionales" y ha destacado que Jan no puede dejar atrás las acusaciones diciendo que "ha pasado página". "Tras destruir el país con sus mentiras, ahora dice a todo el mundo que olvide su narrativa sobre la conspiración estadounidense", ha lamentado.
Por ello, ha manifestado que "Imran jugó a un juego sucio son los intereses nacionales por su lujuria por el poder". "Tras enseñar mentiras a la nación, ahora dice que la conspiración estadounidense ha terminado", ha zanjado en una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
Jan, quien durante las semanas previas y posteriores a la moción de censura en su contra acusó a Estados Unidos de encabezar un complot para sacarle del poder, ha hecho diversos llamamientos a manifestaciones para exigir elecciones anticipadas. Durante una de estas protestas, sobrevivió a un intento de asesinato tras recibir varios disparos en una pierna.
El líder del partido Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), quien se convirtió en abril en el primer mandatario paquistaní en ser destituido en una moción de censura, fue inhabilitado a finales de octubre por la comisión electoral por no haber declarado el dinero de la venta de obsequios y regalos recibidos por parte de líderes internacionales cuando se encontraba al frente del Gobierno.
Su salida del cargo se vio seguida de una creciente tensión política marcada por escándalos de transfuguismo y multitudinarias protestas a favor y en contra del primer ministro, denunciado por la alianza opositora del Movimiento Democrático de Pakistán (MDP) como un "títere" del Ejército. Las Fuerzas Armadas están consideradas el estamento más poderoso de Pakistán desde su independencia del Raj británico en 1947.