VARSOVIA, Polonia (AP) — Polonia dijo el miércoles que un misil de fabricación rusa cayó en el este del país y mató a dos personas, aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que es “improbable” que fuese disparado por Rusia.
El incidente, que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, calificó como “una escalada muy significativa”, llevó a Biden a convocar una reunión de emergencia de los líderes del G7 y de la OTAN. Un ataque deliberado y hostil contra Polonia podría desencadenar una respuesta colectiva militar de la alianza.
Pero las preguntas clave en torno a las circunstancias del lanzamiento del misil — y sobre todo quién lo disparó — seguían envueltas en la confusión causada por una serie de ataques rusos en la cercana frontera de Ucrania. Rusia negó cualquier implicación en la explosión en Polonia.
Tres funcionarios estadounidenses apuntaron que las evaluaciones preliminares sugerían que el proyectil fue lanzado por las fuerzas ucranianas para interceptar a uno ruso en medio de la aplastante ofensiva de Moscú contra la infraestructura eléctrica ucraniana el martes. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto en público.
Esta evaluación y los comentarios de Biden en la cumbre del Grupo de los 20 en Indonesia contradicen la información ofrecida antes el martes por un alto funcionario de inteligencia estadounidense, quien dijo a The Associated Press que misiles rusos habían cruzado la frontera de Polonia.
El gobierno polaco apuntó que estaba investigando el incidente y elevó su nivel de alerta militar. Biden se comprometió a respaldar la investigación de Polonia.
Un comunicado del Ministerio de Exteriores polaco identificó el arma como de fabricación rusa. El presidente del país, Andrzej Duda, fue más cauto e indicó que “muy probablemente" se produjo en Rusia pero agregó que aún se estaba verificando su origen.
“Estamos actuando con calma”, dijo Duda. “Es una situación difícil”.
Ucrania tiene todavía reservas de armamento de fabricación soviética y rusa, incluyendo el sistema de misiles de defensa aérea S-300.
La decisión de Biden de convocar la reunión de emergencia alteró la agenda de la última jornada de la cumbre del G20 en Indonesia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, dijo que los participantes discutieron la explosión en Polonia y expresaron su continua solidaridad con Ucrania.
“Ofrecemos nuestro pleno apoyo a Polonio y asistencia en la investigación en marcha. Seguiremos en estrecho contacto con nuestros socios sobre los próximos pasos. Estaremos con Ucrania todo el tiempo que sea necesario", añadió.
Biden, a quien su equipo despertó durante la noche con la noticia del misil mientras asistía a la cumbre, llamó a Duda para trasladarle sus condolencias. En Twitter, el mandatario prometió “todo el apoyo y la ayuda de Estados Unidos a la investigación de Polonia” además de “reafirmar el férreo compromiso de Estados Unidos con la OTAN”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, convocó una reunión de enviados de la alianza en Bruselas. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tenía previsto reunirse el miércoles para una sesión informativa sobre Ucrania que ya estaba programada antes.
El comunicado de Polonia no indicó si el ataque pudo haber sido un error de puntería o si el misil pudo haber sido desviado de su curso por las defensas ucranianas.
Tanto Polonia como la OTAN utilizaron un lenguaje que indicaba que no trataban el incidente como un ataque ruso intencionado, al menos por el momento. En su nota, la OTAN lo calificó de “incidente trágico”.
Si Rusia hubiera apuntado deliberadamente a Polonia, se arriesgaría a involucrar a la alianza militar de 30 naciones en el conflicto en un momento en que ya pasa apuros para defenderse de las fuerzas ucranianas.
La prensa polaca reportó que el proyectil impactó una zona donde se secaba grano en Przewodów, una localidad próxima a la frontera ucraniana.
En un reflejo de la tensa situación, el director de la CIA, William Burns, estaba en Kiev el martes durante la ofensiva rusa que alcanzó docenas de objetivos en el país. Durante los ataques permaneció en la embajada de Estados Unidos.
Burns informó a Zelenskyy y a funcionarios ucranianos acerca de la reunión que mantuvo en Turquía con el jefe del servicio de inteligencia exterior de Rusia, según otro funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato para discutir el tema en público.
Burns dijo a las autoridades ucranianas que transmitió la advertencia de Washington a Moscú para que no use armas nucleares, agregó el funcionario.
El Ministerio de Defensa de Rusia negó estar detrás de “cualquier ataque contra objetivos cercanos a la frontera entre Ucrania y Polonia” y, en un comunicado, agregó que las fotografías de los supuestos daños “no tienen nada que ver” con armas rusas.
Por su parte, el ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, llamó al embajador ruso y “exigió explicaciones detalladas de inmediato”, según el gobierno de Varsovia.
El incidente en Polonia coincidió con la intensa ofensiva rusa con misiles contra instalaciones energéticas ucranianas, que causó apagones generalizados.
La vecina Moldavia también se vio afectada: reportó apagones masivos luego de que los ataques derribaron una línea eléctrica clave para el suministro de la pequeña nación, de acuerdo con un funcionario.
Los ataques dejaron sin electricidad a gran parte de Ucrania y envalentonaron a Zelenskyy, quien alzando el puño afirmó “sobreviviremos a todo”.
En su discurso nocturno, el líder ucraniano dijo que la explosión en el país vecino demostró que “el terror no se limita a nuestras fronteras”.
Rusia disparó al menos 85 proyectiles, la mayoría de ellos contra las instalaciones eléctricas ucranianas, y dejó a oscuras a muchas ciudades, añadió Zelenskyy.