MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La actual situación humanitaria en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, es "extremadamente grave", entre otros factores por una incipiente inseguridad por la presencia de bandas armadas, según reconoce la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), lo cual está teniendo un claro impacto en la labor que realiza la Cooperación Española y las ONGD.
Según cuentan a Europa Press desde la oficina de la AECID en Haití, el deterioro de la situación ha sido constante desde el asesinato del presidente, Jovenel Moise, en julio de 2021, ante el generalizado poder de las bandas armadas, lo que ha sumido al país en el caos.
Las protestas y cortes de calles y carreteras de las últimas semanas sobre todo en Puerto Príncipe, la capital, no han hecho sino agravar la coyuntura, en un país con un Estado con escasa capacidad de respuesta y cuyas fuerzas de seguridad se han visto "totalmente desbordadas", explican.
Los cortes de carretera por parte de las bandas armadas, en particular los que unen la capital con los departamentos del sur que fueron los más afectados por el terremoto del verano de 2021, afectan al transporte de alimentos, al igual que al envío de ayuda humanitaria, y también están ocasionando problemas en el suministro de combustible.
En las ciudades, se constata falta de alimentos y el consiguiente "aumento vertiginoso de los precios", lo cual se ha traducido en un aumento de la inseguridad alimentaria, hasta el punto de que en Cité Soleil, uno de los barrios más desfavorecidos de la capital, "un alto porcentaje de la población está en situación de hambruna", resalta AECID.
En las zonas rurales, la imposibilidad de transportar y vender sus productos en las ciudades está provocando una falta de ingresos entre los agricultores, al tiempo que la falta de combustible "está afectando muy negativamente a las operaciones humanitarias, especialmente a la distribución de agua, alimentos y al funcionamiento de las instalaciones sanitarias, dependientes de generadores que se están quedando sin carburante".
Ante estas circunstancias, la circulación de bienes y del personal humanitario "es prácticamente imposible por tierra" lo que está obligando a tener que "recurrir al transporte aéreo, caro y muy limitado". En este sentido, la AECID está contribuyendo al mantenimiento de un helicóptero fletado por la ONU que se dedica exclusivamente al transporte de material y personal humanitario.
EL TRABAJO DE AECID, LIMITADO
En este panorama, aunque las actividades de la AECID como las de las ONG españolas presentes en el país "no se ha detenido", su día a día sí que se está viendo afectado, sobre todo por la falta de combustible, lo que complica los desplazamientos a terreno, y los problemas de suministro eléctrico en Puerto Príncipe.
Según explican las fuentes, la mayor parte del trabajo de las ONG españolas y de la AECID se lleva a cabo en el departamento del Sudeste, cuyo acceso por carretera está cortado por las bandas armadas, de ahí el que la única vía para llegar sea ahora el transporte aéreo o desde República Dominicana.
Por otra parte, reconocen que "en los últimos meses, y sobre todo en las últimas semanas la inseguridad del personal de las organizaciones humanitarias ha ido aumentando hasta el punto de llevar a los expatriados de las ONG españolas y parte de la Oficina Técnica de Cooperación a abandonar el país".
Otros organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) o el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han puesto en "hibernación" sus intervenciones y sacado a su personal de Haití, añaden.
BROTE DE CÓLERA
Para complicar aún más la situación, Haití es escenario desde finales de septiembre de un nuevo brote de cólera. Los últimos datos del Ministerio de Salud haitiano a fecha de 13 de noviembre cifran en 816 los casos confirmados --de más de 9.000 sospechosos-- y en 175 los fallecidos.
Por ahora "serían cifras manejables para los actores humanitarios presentes en Haití, en una hipotética situación de seguridad y accesibilidad aceptables", señalan desde AECID, "el problema es que esta situación no existe y no tiene visos de que vaya a existir a corto plazo".
"El acceso a las víctimas es extremadamente complicado, sobre todo teniendo en cuenta que el mayor número de casos se da en los barrios más conflictivos", subrayan, recordando que a la inseguridad se suman los problemas logísticos motivados por la falta de combustible.
"Si se consiguiese remover estos inconvenientes, sería viable atajar este brote en un plazo relativamente breve. Pero si las condiciones actuales perduran o empeoran, va a ser todo un desafío conseguirlo", advierten desde la oficina de la agencia de cooperación española en Puerto Príncipe.
Según la Organización Panamericana de Salud (PAHO, por sus siglas en inglés), hasta 500.000 personas corren el riesgo de contraer el cólera. Haití ya fue escenario de un grave brote de cólera que comenzó en octubre de 2010, afectó a más de 820.000 personas y mató a 9.792 hasta que se dio por controlado en 2019.
La ONU, junto con sus socios humanitarios y el Gobierno de Haití han hecho un llamamiento esta semana solicitando 145,6 millones de dólares para apoyar la respuesta de emergencia contra el cólera en el país y brindar asistencia vital a 1,4 millones de personas que residen en las zonas más afectadas. Por ahora se han detectado casos en las provincias de Artibonite, Centro, Grand-Anse y Oeste, donde se encuentra la capital.
LA AYUDA ESPAÑOLA A HAITÍ
Por su parte, la AECID ha financiado en 2022 intervenciones por valor de 2,1 millones de euros en Haití. Así, se ha hecho una aportación de 700.000 euros al CICR para brindar asistencia sanitaria a víctimas de la violencia en Cité Soleil. Esta misma intervención también busca proveer protección, mediante la apertura de vías de diálogo con los jefes de las bandas y con mandos de la Policía haitiana para promover el respeto a los equipos sanitarios que trabajan en la zona.
Asimismo, se han aportado 700.000 euros al PMA para una intervención de asistencia alimentaria de emergencia en el departamento Sudeste, y a través de esta agencia de la ONU, AECID también financia con 100.000 euros a UNHAS, el servicio de Naciones Unidas que garantiza el transporte aéreo de mercancías y de trabajadores humanitarios a aquellos proyectos a los que no puedan acceder por carretera de forma segura.
Por último, se han aportado 600.000 euros de la convocatoria de acciones humanitarias a la Fundación Alianza por los derechos, la igualdad y la solidaridad internacional (APS) para el refuerzo de la seguridad alimentaria y la resiliencia de los hogares más vulnerables afectados por la crisis humanitaria.