MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La misión, que despegó a bordo del cohete SLS de la NASA con la misión Artemis I el 16 de noviembre, también tenía realizar mediciones de radiación del entorno cercano a la Luna, así como en su superficie. La nave, que incluía un pequeño aterrizador con un colchón inflable, pesaba 12,6 kilos.
Después de la separación del cohete, no se pudo establecer comunicación con el CubeSat a las 17.00 UTC del 21 de noviembre, y se determinó que la operación de maniobra de aterrizaje lunar (DV2) requerida para el aterrizaje en la Luna no se podría realizar.
"Si bien no se pudo lograr el objetivo de alunizaje de la misión, las operaciones de recuperación continuarán realizando mediciones de radiación fuera de la magnetosfera de la Tierra, que es otra misión que se puede realizar mientras el CubeSat está en vuelo, junto con demostraciones tecnológicas distintas al aterrizaje lunar", precisó la JAXA en un comunicado.
Se ha creado un equipo para investigar la causa del fracaso de la misión, tomar medidas para el futuro y recopilar conocimientos que contribuirán al campo del desarrollo de CubeSat.