MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Además, este virus está detrás del 80 por ciento de las bronquiolitis y de la mayoría de las neumonías en bebés menores de un año, y se estima que uno de cada 56 lactantes con infección por VRS ingresará en su primer año de vida.
Y es que, de acuerdo a los últimos datos disponibles del informe de vigilancia centinela sobre virus respiratorios publicado por el Instituto de Salud Carlos III, la circulación del VRS se ha intensificado estas semanas, con un aumento tanto en las incidencias en Atención Primaria como en hospitalizaciones.
Por grupo de edad, las mayores tasas de VRS se dan en el grupo de 0-4 años. Este informe también señala que la tasa global de hospitalizaciones por VRS se sitúa actualmente en 5,9 casos por 100.000 habitantes, cifras superiores a las del año pasado en comparación con el mismo periodo.
"En base a los datos disponibles que Australia difundió en julio, esperábamos un aumento de casos de lactantes con bronquiolitis, ya que desde el inicio de la COVID-19 los datos de este país se han replicado en Europa y en concreto en España. Atendiendo a este mismo patrón, en las últimas semanas, Francia ha anunciado un pico de aparición más precoz que en otras temporadas y, en nuestro entorno, ya hemos detectado un incremento de casos de bronquiolitis muy significativo y muy adelantado en el tiempo", ha detallado la pediatra y especialista en enfermedades infecciosas y adjunta en la Dirección Médica en el Hospital San Joan de Déu, Iolanda Jordan.
Sin embargo, y a pesar de ser un virus "altamente contagioso" que causa la mayoría de las infecciones respiratorias en la población infantil, el VRS es todavía un "gran desconocido" para muchas familias, quienes acuden con frecuencia al pediatra alertados por los síntomas que provoca.
Inicialmente, la infección se manifiesta con los síntomas de un resfriado, pero cuando pasa de las vías respiratorias altas a las inferiores aparecen síntomas comunes como la dificultad para respirar, la tos o las sibilancias, dando lugar a los casos de bronquiolitis y neumonía. El desarrollo de los mismos está caracterizado por la impredecibilidad, si bien existen factores de vulnerabilidad que aumentan el riesgo de hospitalización, como haber nacido prematuramente o tener enfermedades crónicas.
Por tanto, tal y como han puesto de manifiesto los expertos, la carga clínica y económica de casos de infección grave por VRS, sumado a las importantes consecuencias que acarrea entre la población infantil, convierte a este virus en uno de los principales motores de la demanda de atención sanitaria pediátrica (hospitalización como asistencia médica) y constituye un "problema de salud pública" que amenaza con agravarse en los próximos meses de frío.
De hecho, y según los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud relativos a la frecuencia, letalidad, coste, pacientes en UCI, velocidad de expansión y carga de una enfermedad, la infección por VRS se debería considerar un problema de salud pública.
"El VRS supone un problema de salud pública y es probablemente la patología más prevalente y más importante de la pediatría para la cual, hasta ahora, no teníamos ningún método de lucha global. En este momento tenemos una ocupación muy alta tanto a nivel de consultas y urgencias, como de hospitalización por infecciones de VRS", ha destacado el Coordinador y Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago, miembro del CIBER de Enfermedades Respiratorias del ISCIII (CIBERES) e investigador en virus respiratorio sincitial del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, Federico Martinón-Torres.
Ahora bien, puntualiza, con la reciente aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) de un sistema de protección que puede usarse en todos los lactantes existe la posibilidad de evitar al menos 3 de cada 4 infecciones por virus respiratorio sincitial que requieren atención medica. "Por lo tanto, la oportunidad que ahora se nos presenta con la primera protección universal en la historia del VRS, si conseguimos que se implante, supondrá una revolución", ha recalcado.
Recientemente la EMA ha aprobado la primera y única opción de protección frente al VRS en dosis única para una amplia población infantil, incluidos los nacidos sanos, a término o prematuros, o con afecciones de salud específicas que enfrentan su primera temporada de VRS.
Se trata de nirsevimab ('Beyfortus'), un anticuerpo monoclonal, de vida media prolongada, que puede conferir con solo una inmunización un efecto protector durante al menos 5 meses, cubriendo así toda una temporada típica de VRS pudiéndose administrar en el momento del nacimiento o al inicio de la temporada. Este desarrollo conjunto, de Sanofi y AstraZeneca, permitiría proteger a los lactantes, tanto sanos como prematuros con factores de riesgo, frente a las enfermedades respiratorias y las hospitalizaciones causadas por el VRS.