MADRID, 24 (Portaltic/EP)
A principios de este año, el fabricante de la consola Xbox llegó a un acuerdo comercial para hacerse con la desarrolladora de franquicias como Call Of Duty por alrededor de 60.300 millones de euros.
Esta noticia no sentó bien al fabricante de la principal plataforma competidora de dicha consola, Sony, que alegó que esta adquisición podría poner en peligro el mantenimiento de los juegos editados por Activision Blizzard en PlayStation.
Debido a esta propuesta, que podría resultar en un monopolio en el universo 'gaming', este acuerdo de compra está siendo objeto de investigación en diferentes países, como Arabia Saudí, Brasil y Reino Unido.
Este último se encuentra actualmente analizando toda la documentación de la compra de la desarrolladora. El organismo encargado de ello es la Autoridad de la Competencia y los Mercados del Reino Unido (CMA). También lo está haciendo la Comisión Europea (CE), que inició una investigación sobre este acuerdo porque Microsoft no presentó la documentación necesaria para demostrar que no ejercerá monopolio ante las autoridades competentes.
Por su parte, la Comisión Federal de Comercio baraja presentar una demanda antimonopolio para bloquear la compra, un movimiento que sería el más grande ejecutado por este organismo en el mandato de su ahora presidenta, Lina Khan, tal y como recoge Politico.
Según han informado fuentes cercanas a la Comisión, los comisionados se muestran escépticos ante los argumentos que aportan las empresas implicadas para formalizar o no el acuerdo de compra y planean reunirse con los abogados de ambas compañías próximamente.
Por el momento, este organismo habría recogido el testimonio del director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, y del director de Activision, Bobby Kotick, en lo que sería un estudio que se encuentra en una fase avanzada.
Sony, que mantiene que estaría en una desventaja significativa de producirse dicha adquisición, ha presentado un documento dirigido a la CMA en la que subraya los motivos por los que no estaría en igualdad de condiciones con Microsoft.
La mayoría de los argumentos de la compañía japonesa se centran, como ya viene siendo habitual, en la franquicia Call Of Duty, una de las más populares y exitosas de la desarrolladora de videojuegos estadounidense.
Además, el fabricante de Xbox reconoce en este escrito, con fecha del 28 de octubre de 2022, que "confía en que la investigación de la fase 2 de la CMA confirmará que la transacción puede reducir sustancialmente la competencia y debe ser prohibida".
Microsoft ha publicado también una respuesta, emitida solo unos días después de la declaración de Sony, en un amplio documento que supera el centenar de páginas y expone los motivos por los que la compra de la desarrolladora sería legítima.
En este documento, menciona que la compañía japonesa se mantiene como el principal proveedor de consolas y que también publica "franquicias icónicas 'first-party', como God of War, The Last Of Us, Uncharted, Ghost of Tsushima, Horizon Zero Dawn y Days Gone", entre otros.
El fabricante de Xbox también argumenta que PlayStation también supera a su consola en el número de usuarios activos mensuales (MAU), por lo que "incluso si perdiera a todos los jugadores de Call Of Duty, algo muy improbable, la base de jugadores seguiría significativamente mayor que la de Xbox".