MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Trudeau ha asegurado este viernes que las amenazas a la seguridad nacional provocadas por los manifestantes eran tan apremiantes que no hubo una alternativa viable a la declaración del estado de emergencia en Canadá, ya que había graves preocupaciones sobre la utilización de armas durante las protestas.
"Había una sensación de que se estaba extendiendo. Y el hecho de que no se hubiese observado ningún tipo de violencia grave fue algo bueno, pero no podíamos decir que no hubiese una potencial amenaza grave", ha explicado el primer ministro canadiense, según ha recogido el diario 'The Globe and Mail'.
En este sentido, el primer ministro canadiense ha explicado que los eventos de las primeras semanas pillaron con la guardia baja a la Policía y, a medida que fueron pasando las semanas, se hizo "evidente" que no había recursos ni herramientas para atajar la crisis.
Trudeau ha indicado así que el Grupo de Respuesta a Incidentes (IRG, por sus siglas en inglés), un comité especial formado por ministros del gabinete canadiense y funcionarios de seguridad, determinaron que si la Policía necesitaba "nuevas autoridades legales" esto requería otro tipo de acciones.
"El IRG analizó la posibilidad de una legislación especial para obligar a los conductores a cumplir con sus contratos gubernamentales. En última instancia, se determinó que el proceso legislativo (incluyendo la aprobación real) habría tomado semanas", ha precisado el primer ministro, según ha recogido la cadena CBC.
La investigación que lleva a cabo la Comisión de Emergencia del Orden Público, dirigida por el juez Paul Rouleau, tiene la misión de determinar si las fuerzas policiales podrían haber manejado la situación sin declarar la Ley de Emergencias.
El testimonio de Trudeau marca el final de la fase de audiencias públicas de la Comisión, que ha podido escuchar a numerosos testigos, funcionarios y manifestantes, así como revisar mensajes clave para entender la presión a la que se vio sometido el Gobierno durante las protestas.
El Gobierno canadiense del primer ministro Trudeau impuso el 15 de enero la vacunación obligatoria a los camioneros canadienses que cruzaran la frontera con Estados Unidos, lo que provocó una oleada de protestas que obligó al Gobierno a decretar la Ley de Emergencias de Canadá.
Las fuerzas de seguridad montaron un dispositivo para tratar de desalojar a los manifestantes que bloquearon durante días el puente Ambassador que une las ciudades de Detroit y Windsor, en la provincia canadiense de Ontario. Se trata de una de las vías más importantes que comunica Canadá con Estados Unidos.
En el marco de los altercados, al menos 13 personas fueron detenidas cerca del principal cruce fronterizo de Estados Unidos en el sur de Alberta por tener acceso a armas. En concreto, la Policía llegó a incautar armas de alcance largo, pistolas, varios conjuntos de chalecos antibalas, un machete, una gran cantidad de municiones y cargadores de armas de fuego de alta capacidad.